SANTO DOMINGO. Cuando Donato Padilla, un mocano que había emigrado a Canadá, empezó a padecer artritis, regresó al país. Lo que pudo ser la frustración de un sueño de mejoría, lo llevó a convertirse en el primer dominicano en patentar una invención en la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI).
Padilla inventó un baño de vapor que funciona a la inversa de los tradicionales, que se deben conectar con agua y tardan en generar vapor. Su invento se conecta sin agua y genera vapor con un sistema de goteo, consumiendo menos electricidad.
El inventor comercializa baños de vapor y saunas desde su empresa Steam Drop.
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