12 junio 2017

Se deteriora el servicio de Uber en República Dominicana

UBER es una empresa dedicada a conectar usuarios con conductores y desde el primer día el concepto me sonaba genial, la sola idea de no depender del humor de una persona que toma el teléfono en una compañía de taxi tradicional o de tener que estar dando la ubicación de un lugar donde estoy por primera vez, me parecía excelente, estas variables eran prácticamente eliminados gracias al uso
de la tecnología.Cuando anunciaron su llegada a República Dominicana, hace casi dos años, fuimos de los primeros que aplaudimos su llegada y de los que nos echamos en contra, a muchos que de los medios de transporte (Taxi) tradicionales que hasta en su momento hablaron de incendiar y destruir por completo unidades de UBER.
El servicio de UBER en República Dominicana (@UBER_Dom), marcó un antes y después en los medios tradicionales, llevando hasta a los taxistas que se estacionan en las plazas a actualizarse, adecentar sus flotillas de vehículos y educar a sus conductores, así que por ese lado todo ha sido positivo, tanto así, que al mercado llegaron otros competidores como CABIFY, en RD apareció TUV SUD con la misma temática y casi un año después apareció Apolo Taxi también con una aplicación, ésta última basado en un servicio premium.
Pero vamos a la parte que los trajo a hasta éste Post, el título, todo parece indicar que UBER en República Dominicana se ha “aplatanado” y eso, para nada beneficia a los usuarios ni a la marca.
Atrás quedaron los estándares para la selección del personal, ya da lo mismo que el conductor te llegue fumando, o en pantalones cortos (bolos) y un T-shirt con mínimo con 3 días puesto, con música a todo volumen, también puede ser una perniciosa tocadera de bocina como si de una ambulancia camino a un hospital se tratara, en UBER pasaron, de unidades en perfectas condiciones a vehículos donde cualquiera deja el pedazo de la ropa o que no sabes de qué color es, todo lo arriba expresado se han vuelto la cotidianidad.
Pero ahí no termina el suplicio para las víctimas que pagamos nuestro dinero, suerte tendrás si el chofer no tiene un radio adicional de alguna base de taxi (porque según él no está cuadrando en UBER, después que quitaron los incentivos), ha esto debemos agrégale algo mucho más peligroso, algo que atenta directamente contra la vida del pasajero (la tuya y la mía), la de los otros conductores y la de cualquiera, que tenga la desgracia de pasar frente al vehículo, pudiéramos llamar a esto un trastorno obsesivo compulsivo de los choferes de UBER y es estar chateando, hablando o revisando un smartphone adicional mientras van conduciendo.
Pero olvidemos todo lo estético, el que pongan en peligro nuestras vidas, existe algo que es mucho peor, y es la sensación de sentirte estafado.
Cuando anunciaron su llegada a República Dominicana, hace casi dos años, fuimos de los primeros que aplaudimos su llegada y de los que nos echamos en contra, a muchos que de los medios de transporte (Taxi) tradicionales que hasta en su momento hablaron de incendiar y destruir por completo unidades de UBER.
El servicio de UBER en República Dominicana (@UBER_Dom), marcó un antes y después en los medios tradicionales, llevando hasta a los taxistas que se estacionan en las plazas a actualizarse, adecentar sus flotillas de vehículos y educar a sus conductores, así que por ese lado todo ha sido positivo, tanto así, que al mercado llegaron otros competidores como CABIFY, en RD apareció TUV SUD con la misma temática y casi un año después apareció Apolo Taxi también con una aplicación, ésta última basado en un servicio premium.
Pero vamos a la parte que los trajo a hasta éste Post, el título, todo parece indicar que UBER en República Dominicana se ha “aplatanado” y eso, para nada beneficia a los usuarios ni a la marca.
Atrás quedaron los estándares para la selección del personal, ya da lo mismo que el conductor te llegue fumando, o en pantalones cortos (bolos) y un T-shirt con mínimo con 3 días puesto, con música a todo volumen, también puede ser una perniciosa tocadera de bocina como si de una ambulancia camino a un hospital se tratara, en UBER pasaron, de unidades en perfectas condiciones a vehículos donde cualquiera deja el pedazo de la ropa o que no sabes de qué color es, todo lo arriba expresado se han vuelto la cotidianidad.
Pero ahí no termina el suplicio para las víctimas que pagamos nuestro dinero, suerte tendrás si el chofer no tiene un radio adicional de alguna base de taxi (porque según él no está cuadrando en UBER, después que quitaron los incentivos), ha esto debemos agrégale algo mucho más peligroso, algo que atenta directamente contra la vida del pasajero (la tuya y la mía), la de los otros conductores y la de cualquiera, que tenga la desgracia de pasar frente al vehículo, pudiéramos llamar a esto un trastorno obsesivo compulsivo de los choferes de UBER y es estar chateando, hablando o revisando un smartphone adicional mientras van conduciendo.
Pero olvidemos todo lo estético, el que pongan en peligro nuestras vidas, existe algo que es mucho peor, y es la sensación de sentirte estafado.

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