En dos años y ocho meses que tiene en operación la Casa Comunitaria de Justicia en esta ciudad se ha prestado servicio a 10,183 usuarios.Gran parte de los beneficiaros son mujeres agredidas por su parejas que han tenido que recibir terapia en una unidad habilitada para manejar el tema de violencia de género.
El local inaugurado en el mes de marzo del 2016 está ubicado en la calle José del Carmen Ariza del sector José Horacio Rodríguez. Allí se han atendido a 5,224 mujeres y 4,959 hombres de 20 barrios de este municipio que se encuentran en condición de vulnerabilidad.
Luz Aida Placencia, directora de la Casa de Justicia, destacó que los resultados alcanzados durante casi tres años le permiten respaldar la tesis de que es una iniciativa de gestión que contribuye al acceso a la justicia, convirtiéndose progresivamente en un esquema para la construcción de cultura de paz, prevención de violencia y seguridad ciudadana en las comunidades.
Solución de conflictos
Según Placencia, los usuarios acuden para dirimir asuntos de amenazas simples, violencia de género (terapias), partición de bienes, estafa, conflictos familiares, inquilinato, situaciones comunitarias, linderos, perturbación, usura, deuda y difamación e injuria. “Aunque en principio aplican todos en su mayoría, sólo son acogidos aquellos casos que no compromete la integridad física de la persona. Que se resuelven mediante el diálogo, aplicando los métodos alternos de resolución de conflictos: la mediación o la conciliación; los demás son referido a la instancia correspondiente”, apuntó.
La Casa Comunitaria de Justicia cuenta con una unidad de orientación legal , la cual orienta al ciudadano con relación a su situación, sus deberes y derechos; además de encaminarlo indicando la vía correspondiente de resolver el problema.
Además, una unidad de mediación que recibe todos aquellos casos que tienen trascendencia en materia civil, otra de conciliación, para casos de delitos menores de índole penal.
También cuentan con la unidad de psicología, que brinda terapias psicológicas a mujeres víctimas de violencia, un área de articulación comunitaria. La entidad trabaja con un programa de masculinidad (Reto de valientes, por hombres y para hombres) asistido por voluntarios, ofrecen charlas sobre el tema de violencia y sobre el riesgos y consecuencias del embarazo en adolescentes en conexión con el Club Rotario Moca.
Brinda un espacio donde pueden ser escuchados y orientados, como forma de prevenir que una pequeña situación se convierta en un delito mayor, basados en una justicia igualitaria para todos, sin importar preferencia política, religiosa, color, raza.
Enfrentar la inseguridad requiere de unidad
El tema de la inseguridad es uno de los aspectos que está afectando la realidad social de las comunidades en el día a día, por lo que, según Luz Aida Placencia, esta situación ha movido a crear programas que motivan a un cambio de mentalidad, llevando orientación, encuentros y conversatorios directamente a los barrios, comunidades, instituciones, juntas de vecinos e involucrando la familia como parte esencial de la sociedad como mecanismos de inclusión y prevención. Refiere que la inseguridad debe ser un tema de todos y que se deben unificar los esfuerzos.
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