SANTIAGO. El Arzobispado de aquí afirmó que el tráfico y consumo de drogas se ha convertido en un avanzado cáncer social, que afecta al pueblo, por lo que pide sean sancionados ejemplarmente quienes se hacen cómplices de los narcotraficantes.
Estima que ya las raíces del narcotráfico son profundas y que los puntos de venta en nuestros barrios, y hasta en los campos más apartados, se cuentan por centenares.
El planteamiento del Arzobispado aparecerá el próximo domingo en el semanario Camino, su órgano escrito, que analiza el tema a través de su editorial titulado “No esperemos que sea tarde”.
Hace referencia a los constantes operativos y desmantelamientos de bandas de narcotraficantes realizados por las instituciones en el país que luchan contra ese flagelo.
Al tiempo de reiterar que hasta en los campos más apartados hay puntos de venta de drogas, Camino se dice que “hay denuncias muy graves del conocimiento de algunas autoridades sobre esta realidad, y que están haciendo muy poco para erradicarlos”.
Agrega que, “frente a este gran problema que ha llenado de violencia y miedo a varios países latinoamericanos” es bueno recordar lo que dice el papa Francisco.
El Sumo Pontífice dice que “las drogas son una herida en nuestra sociedad, que atrapa a muchas personas en sus redes. Son víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podemos llamar química”.
“Ante esta dolorosa situación, hacemos un llamado a las autoridades para que tomen las medidas necesarias frente a este fenómeno que amenaza nuestra estabilidad como nación”, subraya Camino.
Para el semanario católico, “es hora de aplicar la ley a quienes han hecho del dinero su dios, a base de la destrucción de tantas vidas, sobre todo de jóvenes que cayeron en la trampa de este vicio”.
“Hay que sancionar ejemplarmente a quienes se hacen cómplices de los narcotraficantes. Recordemos que el pasmo con tiempo tiene remedio”, concluye el Arzobispado.
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