AEROPUERTO LAS AMéRICAS. Es cada vez más creciente la cantidad de dominicanos que regresa voluntariamente al país desde diferentes naciones donde vivían ilegalmente, incluyendo Estados Unidos y Puerto Rico, un gran porcentaje de ellos, mujeres de diferentes edades.
Los nacionales llegan en su mayoría con cartas de ruta de los consulados y otros documentos, desde Venezuela, Panamá, España, Francia, Italia, Argentina, Chile, San Martin, Guadalupe, Martinica, Bahamas y otras naciones.
Muchos de los criollos viajaron a esas naciones, según sus propios testimonios, con visas y otros documentos legales, pero permanecieron en ellos más del tiempo otorgado por los servicios de inmigración, convirtiéndose en indocumentados.
A su llegada al país por el Aeropuerto de Las Américas, los criollos confiesan a las autoridades de Migración que vivían en zozobra en calles, avenidas y en los propios lugares donde residían, debido a la persecución de los servicios de inmigración y policías.
Confiesan, además, que para poder sostenerse en los lugares donde estaban viviendo, tenían que soportar la explotación por parte de algunos empleadores, corriendo el riesgo de ser multados por los organismos federales, especialmente estadounidenses y puertorriqueños.
Muchas mujeres también testimoniaron que para poder sobrevivir, tenían que realizar labores domésticas, vender productos y chucherías en calles y avenidas, así como trabajar en centros nocturnos, con pagas de miseria.
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