EL artista dominicano José Manuel López Balaguer (Lope Balaguer), fallecio un dia como hoy a la edad de 89 años , conocido como “El Cantantazo”, uno de los mejores intérpretes de boleros de todos los tiempos.
Se recuerda que “El Cantantazo” estuvo casado con Flor de Oro Trujillo, la hija mayor del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Al momento de su fallecimiento estaba casado con Miriam Pérez.
José Manuel López Balaguer nació el 22 de agosto de 1925 en Santiago de los Caballeros, ciudad en la cual debutó cuando apenas era un adolescente
.
José Manuel López Balaguer debutó en la radio nacional el 14 de abril de 1940, cuando aún era un estudiante normalista. Poco tiempo después hizo sus primeras presentaciones por Radio HIX, con la asociación juvenil “Alma dominicana” de la capital. En el año 1941 incursionó en el arte dramático con la sátira “El eje de trapo” dedicada al eje Roma-Berlín de la Segunda Guerra Mundial, en un montaje realizado por la compañía de Fernando Frías en el Teatro Independencia.
El 8 de noviembre de 1944 cantó por primera vez en La Voz del Yuna, en Bonao, con la Orquesta San José, alcanzando gran éxito desde sus presentaciones iniciales. Debutó profesionalmente en la capital el 7 de enero de 1945, en el Café Ariete de la calle El Conde, al venir la Super Orquesta San José por primera vez desde Bonao a tocar en Ciudad Trujillo.
En esa oportunidad dicha agrupación estuvo bajo la dirección del pianista, compositor y arreglista cubano Julio Gutiérrez, quien llegaría a ser figura clave en los años formativos del joven cantante, ya que se preocupó por depurarle su imagen profesional, haciéndolo consciente de la importancia de la buena pronunciación, el estilo, La modulación, la selección del repertorio más adecuado y en sentido general, del enriquecimiento de su cultura musical.
Comenzó López Balaguer sus actuaciones de manera regular junto a la Super Orquesta San José. Su popularidad fue creciendo cada vez más y su presencia era requerida muy a menudo en los escenarios nacionales e internacionales, por lo que apereció junto a reconocidas figuras que llegaban a actuar en el país.
Así, se le vio junto a Eva Garza y Felipe Gil cuando en abril de 1945 realizaron una gira por todo el país. En el espectáculo, que contó con el acompañamiento de la Super Orquesta San José, el joven Manuel López se destacaba y era un estrella entre las estrellas.
En 1945 la Revista HILde agosto-septiembre de 1946, lo consigna como el mejor cantante nacional, y le llama «el tenor de la juventud», apelativo que le acompaña hasta nuestro días. En ese mismo año viajó a Cuba, donde adquirió el nombre artístico de Lope Balaguer, presentándose en radio, teatro y en clubes nocturnos de La Habana. Luego pasó a Puerto Rico donde triunfó plenamente en El Escambrón y a partir de entonces aquella isla paso a ser la plaza de sus mayores éxitos artísticos.
Cuando ya era conocido y respetado por el público nacional, acaparaba en todos los escenarios largas ovaciones y ya había sido proclamado como El tenor de la juventud por la revista Hill, en agosto de 1945, José Manuel López Balaguer decidió viajar a Cuba, plaza por entonces de vital importancia para los artistas del espectáculo.
En un resumen de 1946, la revista Salón Fígaro de nov. 1946, de Ciudad Trujillo, lo escogió como el cantante de mayor relieve» de ese año, junto al barítono Manuel Hernández.
A su retorno al país en 1947 se reintegró al elenco de La Voz del Yuna y las crónicas de arte comenzaron ya a poner de manifiesto el estilo personalísimo con que Lope Balaguer había regresado de su primera gira al extranjero y que desde entonces fue su mejor carta de presentación.
Cuando regresó a la patria fue contratado como artista exclusivo de La Voz del Yuna, donde su arte se fue expandiendo cada vez más y más lejos. En la década del cincuenta, Lope consiguió llevar a los primeros lugares de las listas de éxitos un sin número de piezas, entre las cuales se cuantan Nunca te lo he dicho, de Papa Molina; Ni pie ni pisá, de Luis Kalaf; Arenas del desierto, de Hector Cabral y Rafael Colón.
El 1 de enero de 1949 “La Voz del Yuna” cambió su nombre por el de “La Voz Dominicana” y ese mismo día se le extendió un contrato a Lope Balaguer como cantante al servicio de ese circuito radial, asignándosele para sus presentaciones la orquesta San José, dirigida en ese momento por el músico mexicano Antonio Escobar (Toño).
El 11 de septiembre de 1951 fue ascendido a Cantante Clase “A” de LVD, y el 7 de diciembre de 1956 firmó contrato como Cantante “AA.”, categoría en que se mantuvo hasta su salida de la empresa en 1961.
Allá, cantó y triunfó. Fue entonces que se convirtió en Lope Balaguer, su nombre artístico. De Cuba partió hacia Puerto Rico, donde grabó con Luis Benjamín un disco de larga duración. Su triunfo en las Antillas mayores había sido rotundo.
Su proyección internacional lo llevo a los mejores escenarios de Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Guatemala, El Salvador, Panamá, Haití, Guadalupe, Martinica y Estados Unidos. grabo en España y Argentina.
La carrera discográfica de Lope Balaguer, probablemente la más prolífica del país, se inició en Puerto Rico en 1946, con unos sencillos para el sello Riney, y aún se mantuvo activa. Con la orquesta del maestro Antonio Morel grabó en Ciudad Trujillo unos discos de canciones dominicanas que llenaron con su presencia toda la década del 1950. La mayoría de sus grabaciones, por encima de las modas pasajeras, son mantenidas en los catálogos de las diversas compañías que comercializan su producción. Lope Balaguer comenzó grabando por el sistema de78 RPM, realizo 28 discos de larga duración y 5 discos compactos.
Lope Balaguer fue el cantante dominicano más exigente con todos los detalles involucrados en sus presentaciones. Escogia su repertorio con una gran coherencia, tomando cuidadosamente en cuenta sus características vocales y emotivas. Los arreglos musicales para sus interpretaciones fueron signo de la expresión de un artista que se actualizaba día a día, aunque mantenia puro lo esencial de su estilo, lo que dejó ampliamente demostrado en la celebración de sus 50 años en el arte, en los conciertos del Teatro Nacional en 1991. Su presencia escénica, siempre sobria e impecable, servio de ejemplo a diversas generaciones de artistas dominicanos que surgieron al influjo de su personalidad.
La voz de Lope Balaguer, de rico timbre de tenor, era robusta, resonante y sólida. Su extensión era relativamente corta, aunque de calidad homogénea y excepcional, Su vocalización era fluida y su dicción ejemplar. Aunque él mismo se habia calificado de romántico y apasionado por lo triste y lo melancólico, su emotividad nunca sobrepasaba los límites del buen gusto. La sobriedad de su estilo hizo que sus interpretaciones proyecten un mensaje profundamente humano, sin caer nunca en lo melodramático. La expansión voluptuosa de su fraseo fue reflejo de la recia masculinidad de su intención artística. Lo más sorprendente de este gran intérprete es que sin haber recibido clases de técnica vocal ni de música, supo administrar de manera tan magistral los recursos que la naturaleza en forma generosa le puso a su disposición.
Por la década del setenta, sus triunfos no habían disminuido y se le oía cantar Sígueme, del Dr. Manuel Troncoso y Entonces me casaré por ti, de Rafael Solano.
En los ochenta triunfó con Un día inolvidable, de Pedro Vilar y en las últimas décadas del siglo el Tenor de la Juventud aún era escuchado con agrado por varias generaciones. Números como De carne o hierro, de Fernando Arias, han gozado de gran popularidad durante más de medio siglo.
La voz de Lope Balaguer vibro por todos estos años desde la República Dominicana y se ha hecho escuchar por los más diversos públicos amantes de la canción y el bolero. Su encanto al decir, su timbre limpio y de buen tono han dado al cancionero latinoamericano realce y permanencia.
Murió el jueves 29 de enero del 2015, a las 5 de la tarde, venia confrontando desde hacia varios años problemas de salud...
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