Uno de los puntos más negros que ha tenido la presente temporada son los frecuentes fallos en el arbitraje, algunos de los cuales han sido decisivos en el desenlace de partidos importantes, lo cual ha generado una lluvia de críticas por parte de jugadores, fanáticos y directivos.
Sin embargo, la Liga de Dominicana de Béisbol (LIDOM), puede decir que tiene la calidad o mejor calidad que lo que está pagando si se toma en consideración de que el mejor de los árbitros dominicanos gana menos de la mitad que un árbitro de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) y también está por debajo que los de los baloncesto superior del Distrito Nacional, Santo Domingo, La Vega y La Romana.
Un árbitro principal (en el home plate) categoría «A» gana 3,900 pesos por partidos, muy lejos de los 8,000 pesos por partidos que gana su homólogo en el baloncesto de la LNB y aún por debajo de los 4,500 pesos por partidos que pagan los torneos de baloncesto superior.
La Liga profesional de baloncesto además le paga mil pesos de transporte, 800 pesos para alojamiento y 500 pesos de dieta para cenar. En tanto que los torneos de baloncesto superiores locales pagan en adición mil pesos de transporte, 800 pesos para alojamiento y 250 pesos de dieta para cena.
La diferencia salarial entre los árbitros de la liga profesional de béisbol frente al baloncesto es mucho más notable si se toma en consideración que los ocho equipos de béisbol profesional facturan en total más de mil millones de pesos, una cifra inimaginable en el baloncesto.
Solo en boletería un partido entre Licey y Águila a casa llena en el Estadio Quisqueya factura por encima de los cinco millones de pesos, sin contar la venta de proventos y la cantina.
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