Esta noche no será la primera vez que Saúl “Canelo” Álvarez prueba la pegada de un Cotto.
Con apenas 19 años de edad y récord profesional de 31-0-1 (23 nocauts), Álvarez tuvo su primera prueba seria como prospecto bona fide el primero de mayo de 2010, cuando enfrentó al exolímpico José Miguel Cotto Vázquez, hermano mayor de su rival de mañana, Miguel Ángel.
José Miguel tenía 32 años, hoja de 31-1-1 (23 nocauts) y venía de pelear el 19 de diciembre previo en las 140 libras, la división súper ligero. Ante Canelo, sin embargo, fue en desventaja de peso. El pleito fue originalmente pactado para las 147 libras, límite máximo de la división welter, pero la semana previa a la pelea el peso permitido fue ascendido a 150 libras, lo que le otorgaba mayor beneficio al mexicano, por mucho más corpulento que su oponente.
Previo a esta pelea, lo más que José Miguel había pesado para un combate era 144.5 libras. Aún así, Canelo tuvo serios problemas al inicio de la pelea, una vez sintió las manos de Cotto. José Miguel comenzó la pelea acechando al tapatío quien, a pesar de su ventaja en peso, alcance y estatura, eligió salir a boxear en retroceso y buscando desplazamiento lateral.
La presión que aplicaba el boricua le rindió sorpresivo fruto a los 1:30 del mismo primer asalto, cuando alcanzó a Canelo con una derecha al rostro, la cual pareció sacudir levemente al mexicano. Tres segundos después, José Miguel le pegó un potente gancho a la mandíbula. El golpe le aflojó ambas rodillas a Canelo, quien se fue hacia atrás de caída. Las cuerdas lo ayudaron a permanecer de pie, pero estaba visiblemente malherido.
Cotto apretó con cautela en busca del remate. Le llegó varias veces con su ofensiva a Canelo, quien tiró sin éxito y salió de las cuerdas dando traspiés.
José Miguel lo persiguió agresivo, pero no logró acertar con la misma potencia. Álvarez superó el momento más difícil de su carrera hasta entonces y tras el minuto de descanso, salió reenfocado al asalto segundo.
Cotto siguió agresivo y se arriesgó a intercambiar con Canelo, quien lo lastimó con un óper al mentón faltando 10 segundos en ese capítulo. El cagüeño se tambaleó y puso ambos guantes en el suelo, lo que le contó como una caída oficial. Tras el conteo de protección, Cotto regresó a su esquina alerta y recuperado.
Después del segundo asalto el cagüeño nunca tuvo el mismo éxito ofensivo que experimentó en el primer asalto, eventualmente perdiendo por nocaut técnico en el noveno asalto.
Esta noche, su hermano menor intentará terminar el trabajo que José Miguel dejó incompleto hace cinco años.
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