El premio está más “preñado” que nunca y, a medida que pasan las horas, las expectativas aumentan. Los negocios donde se juega el Powerball se han llenado de personas que apuestan a su suerte.
Casas en la playa, viajes, donaciones, ayuda a parientes, volver a sus países de origen y carros lujosos, son algunos de los planes que compartieron los neoyorquinos encuestados
por El Diario a la pregunta de qué harían si se ganaran el premio.
“Si me saco el premio, mando a buscar a mi familia a México, compro una casa y pongo un restaurante”, nos dijo una mujer que solo se identificó como María.
En su caso, no acostumbra a jugar la lotería, pero los $415 millones que están en juego este sábado la motivaron. En cinco minutos, uno de los centros de juegos en Brooklyn duplicó la cantidad de clientes en la fila a la espera de comprar un boleto.
Allí se encontraba Anthony Folks, quien juega la lotería todos los días y hace tres años se ganó$6,ooo. “No estoy seguro en qué lo voy a gastar, me resulta mejor ni pensarlo. Yo soy contador, así que puede estar segura que sabré invertirlo efectivamente”, dijo Folks, quién prometió visitar nuestra redacción si ganaba.
Jeffrey Dunt ha jugado por 30 años, dos veces a la semana, y nunca se ha ganado nada.
“Soy persistente. Uno nunca sabe dónde está la suerte”, nos dijo optimista. “Si me gano el Powerball, voy a invertir en Atlanta, donaré a la caridad y me iré de pesca todos los días”.
Powerball se vende en 44 estados, así como el Distrito de Columbia, Islas Vírgenes y Puerto Rico.
El premio mayor de Powerball se ha sorteado más de 16 veces desde que un boleto por valor de $ 291.4 millones fue premiado el 2 de marzo en Florida.
Las probabilidades de ganar el premio son de 1 entre 292.2 millones, según el sitio web de
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