Lewis Williams, trabajador de una empresa de ingeniería de Newark (Estados Unidos), ha sido detenido por reconocer que, durante los últimos cuatro años, ha estado eyaculando en el café de su jefa.
Fue el propio empleado el que desveló su deleznable costumbre, después de una fuerte discusión con su superior y presidenta de la compañía, Linda Moore. Por supuesto, el hombre fue detenido nada más confesar.
Williams era el asistente de Moore y, entre sus ocupaciones, estaba la de llevarle el café. Ante más de 12 personas que estaban presentes en el momento de la discusión, reconoció que lo había hecho “en cientos de ocasiones”.
Los testigos de la discusión aseguran que Williams parecía estar orgulloso de sus actos. Ahora, se enfrenta a una pena de 1070 años de cárcel por 860 delitos de abuso sexual. Fuente Marca
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