El 95 por ciento de las personas que intentan adelgazar solas "fracasan" porque "no pueden controlar su apetito", por lo que "cada vez más gente recurre a especialistas", según el director de la Unidad de Endoscopia de la Obesidad del Hospital Universitario HM Sanchinarro, Gontrand López-Nava, para quien la clave radica en controlar el hambre y la ansiedad.
"Es casi imposible que una persona que está acostumbrada a comer sin restricciones consiga mantener en el tiempo una dieta que reduce drásticamente las cantidades y el tipo de alimentos", explica el especialista. "Si no le ayudamos a reducir su apetito y controlar la ansiedad por comer, tarde o temprano volverá a sus antiguas costumbres y a su peso inicial, con la frustración y sentimiento de fracaso que esto implica".
Actualmente, tal y como afirma el experto, es posible aumentar la sensación de saciedad modificando la forma del estómago con técnicas endoscópicas, es decir, sin cirugías, incisiones ni cicatrices, mediante un abordaje a través de la boca del paciente.
De esta manera, continúa, el apetito se reduce "considerablemente" y es "mucho más sencillo" sobrellevar la dieta. "Es una técnica muy segura, que no requiere anestesia, sino una ligera sedación con la que el paciente vuelve a su vida normal en menos de 24 horas", expresa López-Nava.
"Es la ayuda ideal para todas aquellas personas que se quedan con hambre y acaban picando entre horas porque la dieta que siguen no sacia su apetito", añade el doctor, quien avisa que es necesario acompañar estas técnicas de una "reeducación alimentaria, ejercicio físico y apoyo psicológico". "Con estos cuatro pilares, es decir, modificación del estómago, dieta, ejercicio y apoyo psicológico, el porcentaje de éxito se eleva al 85 por ciento", concluye.
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