Aunque el divorcio supone una ruptura en la relación de una pareja, ésta no siempre se produce bajo un ambiente de conflicto como se pueda pensar. Al menos, así se colige de las estadísticas nacionales que muestran el mutuo consentimiento como la principal causa declarada al momento de oficializar la separación.
En 18 años, en República Dominicana hubo 326,004 divorcios, para un promedio de 18,111 por año. Los datos abarcan desde el año 2001 al 2018 y reflejan una trayectoria ascendente, al pasar de 12,821 casos a 24,772, respectivamente.
En el mismo periodo se oficializaron 776,469 matrimonios. Las cifras reflejan que en el país se produce en promedio un divorcio por cada 2.4 matrimonios. La brecha es cada vez más estrecha, pues al 2001 la relación era un divorcio por cada 2.9 matrimonios y al 2018 bajó a uno por cada 2.0.
Del total de divorciados, 169,751 parejas invocaron ante los jueces el mutuo consentimiento, entre un abanico de ocho opciones distintas que ofrece la Ley de Divorcio 1306-BIS. La incompatibilidad de caracteres queda en segundo lugar con un total de 156,199 casos, conforme las estadísticas que presenta la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Sin embargo, más que la armonía entre las partes, la razón de esta causal puede deberse al hecho de que constituye un mecanismo que hace el proceso más rápido, económico y menos traumático para las familias, destaca Diario Libre.
Por ley, el mutuo consentimiento supone que la convivencia entre los esposos se les hace insoportable. Sin embargo, para presentar ante el juez su demanda, la pareja deberá estar de acuerdo en aspectos como el inventario de los bienes muebles e inmuebles; cuál de los dos tendrá el cuidado de los hijos y la pensión alimentaria de éstos (si los hay).
La abogada Elisabeth Mateo, especialista en asuntos de familia, explica que “el mutuo consentimiento te evita el litigio largo, pues es una audiencia de procedimiento sencilla, en la que las partes se ponen de acuerdo antes, y lo mejor es que a nivel familiar te evitas el conflicto, el drama humano que traen los litigios”.
Indica que en los casos en que la pareja no logra el acuerdo y decide llevar un procedimiento mediante incompatibilidad de caracteres, se tiene que debatir ante un juez los puntos antes referidos, y las audiencias pueden extenderse en el tiempo.
“Es un proceso que dura más tiempo, y como están en conflicto se abren más heridas y se crea un descontento familiar mucho mayor”.
Los datos que publica la ONE, basados en informes de las Oficialías de Estado Civil, muestran además 22 casos de homologación y 32 con causas no declaradas.
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