SAN JUAN. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció el viernes que extenderá hasta el próximo domingo el toque de queda que implantó el pasado miércoles tras el paso del huracán María debido a saqueos por la falla total de electricidad en la isla.
Rosselló hizo el anuncio en su primera rueda de prensa oficial tras el paso del devastador
ciclón el pasado miércoles, y en cuyo mismo día ocurrieron decenas de saqueos, lo que llevó al gobernador a firmar una orden ejecutiva de toque de queda entre las 18.00 y las 06.00 hora local.
Sin embargo, debido a que los cristales de los comercios quedaron destruidos, los vándalos aprovecharon para saquearlos, una práctica no muy común en Puerto Rico.
No obstante, algunos de estos vándalos fueron detenidos por la Policía.
El ciclón, igualmente, ha dejado hasta el momento siete personas muertas, aunque la cifra podría aumentar en los próximos días.
De estas siete personas, dos murieron ahogadas en Toa Baja, municipio norteño, después de la apertura de compuertas del embalse Lago La Plata, según dijo el secretario de Asuntos Públicos y Política Pública del Gobierno de Puerto Rico, Ramón Rosario.
“De momento, de tener los niveles aptos, subió dramáticamente y de manera incontrolada”, dijo por su parte el gobernador, quien agregó que evaluará si se cumplió o no con protocolos de notificar a personas para desalojar a los residentes del municipios.
Rosselló dijo que en el futuro se construirá un mecanismo que permita alertar a las comunidades, porque solo suena alarma en embalse.
De igual forma, se ha informado que tres hermanas fallecieron en Utuado (centro-oeste) cuando un alud sepultó la vivienda en la que se habían refugiado, ya que habían evacuado su vivienda habitual porque en una zona inundable.
Debido a las intensas lluvias que dejó María sobre Puerto Rico, los embalses de agua han aumentado, poniendo en riesgo a los residentes de las zonas.
Ante esto, varios municipios situados en las proximidades de la presa de Guajataca, al noroeste de Puerto Rico, han sido desalojados hoy por el temor a que se rompa esa infraestructura, debido a los destrozos ocasionados por el huracán María.
Las autoridades locales indicaron que varios vehículos y autobuses están desalojando a los habitantes de ambas localidades, cercanas a la presa que se ubica entre los pueblos de Quebradillas e Isabela.
Fuentes próximas a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados precisaron a Efe que el lago Guajataca “está bajo observación” y que se ha activado a la Guardia Nacional para ayudar con el desalojo.
Los ciudadanos están siendo desalojados “todo lo rápido que se puede” desde Isabela y Quebradilla, informó el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), quien advirtió que la situación es “extremadamente peligrosa” y que los ciudadanos deben salir “ahora”.
“Ahora vamos a enfocar toda la región en Isabela con los desalojos continúen. Queremos asegurarlos para que sus vidas estén protegidas. El momento de desalojar es ahora”
El gobernador dijo además que hasta el momento hay 15.000 personas alojadas en refugios, pero cuya cantidad “podrían aumentar” en los próximos días debido a la devastación que dejó María en cientos de residencias en toda la isla.
Mientras tanto, doce reos del Centro de Detención Juvenil de Bayamón, municipio aledaño a San Juan, se fugaron.
El paso de María provocó además el apagón de todo Puerto Rico, a la mayoría de la ciudadanía sin agua y grandes fallas en las telecomunicaciones.
Sandra Torres, de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, sostuvo que solo el 15 % de las 1.600 torres de telecomunicaciones que hay en la isla funcionan.
“Habíamos anticipado que la magnitud de los vientos con toda probabilidad el sistema iba a colapsar. Tenemos torres fueras de servicio, fibra óptica en el piso, de todo el sistema afectado”, expresó Torres en la rueda de prensa.
Indicó que para levantar la infraestructura, ya llegó personal de Estados Unidos para levantar la fibra óptica soterrada, tanto estatal como municipal, y espera la llegada a los puertos de compañías con máquinas nuevas tras las otras que se despedazaron.
“El estimado de tiempo depende de cuando traigamos material, despachar equipos y tener acceso a ellas”, enfatizó.
Ante esto, la representante de Puerto Rico ante el Congreso en Washington, Jennifer González, sostuvo que se reunió con directivos de la Guardia Costera de EE.UU. y que le dijeron que hay cientos de embarcaciones hundidas, por lo que verificarán que no haya derrame de aceite y proseguir a traer ayuda vía marítima.
Y, como parte de equipos de respuesta, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y la congresista puertorriqueña Nydia Velázquez, llegaron hoy a la isla para ayudar a la recuperación de la isla.
“Hemos visto las noticias... El dolor, la angustia y la ansiedad”, dijo Cuomo, cuya Administración trasladó dos aviones llenos de generadores de electricidad, sábanas, comida, ropa, entre otros recursos, así como brigadas de electricidad de varias compañías de energía.
“Nuestra meta es de reconstruir un mejor Puerto Rico de lo que fue antes. Habrán fondos suficientes y mucha reconstrucción”, afirmó.
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