NUEVA YORK. Ángel Echevarría, un dominicano que estuvo preso por 21 años, sentenciado por un asesinato que no cometió en Boston, reclama una compensación millonaria a través de una demanda sometida en la Corte Federal de esa ciudad.
Echevarría y su abogado alegan que sus derechos civiles y constitucionales fueron violados con la drástica condena de cadena perpetua de la cual cumplió más de dos décadas.
El inmigrante dominicano, radicado en Lynn (Massachusetts), interpuso la demanda el
miércoles de la semana pasada.
Fue condenado en 1996 por el asesinato de su compatriota Daniel Rodríguez, en 1994. El año pasado, un juez lo liberó después que una investigación de abogados de la Escuela de Periodismo (Instituto Schuster) de la Universidad de Brandeis, demostró evidencias que lo favorecían, pero que fueron manipuladas por la policía y los fiscales.
También se mostró que Echevarría no fue defendido adecuadamente por un abogado de oficio (pago por el estado), durante el juicio en el que un jurado lo declaró culpable de asesinato en primer grado.
La demanda fue sometida un año y un día después de su liberación. El fiscal del distrito en Boston, Jonathan Blodget, decidió no continuar con el caso.
“La evidencia utilizada para condenar a Ángel Echevarría fue inventada de la nada”, dijo su abogado Steven Art.
Un portavoz de la policía estatal y la oficina legal de la ciudad de Lynn no han hecho comentarios. Algunos de los oficiales involucrados en la investigación ya están retirados, dijo Art.
“El señor Echevarría fue sometido a una arbitraria acción gubernamental que sacudió la conciencia porque el demandante fue acusado deliberada e intencionalmente por un crimen del que era totalmente inocente, a través de la fabricación y la supresión de las pruebas y el uso de procedimientos de identificación manipulados,“ alega la demanda.
El único testigo del tiroteo, que tuvo lugar en un conocido punto de drogas, era el hermano de la víctima, y quien en dos ocasiones identificó a otro hombre como el asesino, explicó el abogado Art.
El hermano de la víctima también dijo que el tirador era un hombre puertorriqueño bien afeitado con una complexión física robusta. Echevarría mide 5 pies y 10 pulgadas. En 1994, Echavarría pesaba 135 libras y tenía un bigote completo.
Tiene ahora 49 años y vive en Florida. Se casó recientemente, dijo su abogado.
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