NUEVA YORK._ Dos dominicanos de militancia evangélica, identificados como Víctor Paulino de 40 años de edad y José Cruz de 32, perecieron ahogados ayer sábado en la mañana, mientras pescaban en un arrecife en el punto costero de
Los muertos eran nativos de Licey al Medio (Santiago de los Caballeros) y amigos por años y residían en la avenida Bruce en Yonkers, un poblado contiguo a El Bronx en el condado Westchester. Se espera que los cadáveres sean trasladados en los próximos días a Nueva York, donde serán velados.
El área donde se ahogaron es conocida como Long Island Sound. Los cadáveres fueron recuperados a las 4:00 de la tarde. Las autoridades rindieron el informe oficial entrada la noche de ayer.
El periódico Connecticut Post dijo la noche de ayer sábado que los cuerpos de Paulino y Cruz, fueron rescatados por una unidad marina de la policía.
El jefe de la uniformada en Farfield, Gary McNamara, le dijo al periódico que ellos estaban acompañados por otros dos hombres, uno de los cuales también cayó al agua, pero logró ser rescatado por los buzos.
El alto oficial explicó que la policía contactó al médico forense ayer sábado en la tarde para que realice las autopsias de rigor y determinar la causa oficial de las muertes de los dominicanos.
“Emocionalmente, esta es una experiencia que altera la vida”, dijo McNamara
Detalló que los cuatro hombres, todos residentes en Yonkers, fueron a Penfield Reef juntos para ir a pescar.
Pero poco antes de las 8:00 de la mañana, las cosas tomaron un mal giro. Uno de los hombres estaba pescando en la playa, dijo McNamara, y los otros tres estaban pescando desde el agua cuando fueron arrastrados por una fuerte corriente.
La policía de Fairfield recibió una llamada de pescadores que necesitaban ayuda, y la Guardia Costera, con sede en New Haven, dijo que fue alertada inmediatamente.
El Departamento de Bomberos de Fairfield rápidamente rescató a uno de los hombres que habían sido arrastrados, dijo McNamara. Dijo que el hombre estaba inicialmente inconsciente cuando fue sacado del agua, pero los socorristas de emergencia pudieron revivirlo.
Los bomberos de la ciudad tomaron la delantera en la búsqueda y rescate, y unidades de rescatistas formaron parte de dos grupos.
Los equipos de emergencia, incluyeron buzos de Fairfield, Bridgeport, Westport, Stratford, y Milford, junto con la Guardia Costera.
McNamara dijo que la Unidad Marina de la Policía de Fairfield salió durante la marea baja antes de que cayera el sol
“Ellos fueron los que recuperaron los cuerpos”, dijo. “Y ahora estamos trabajando con las familias para consolarlas”.
El jefe policial reveló que además de los dominicanos, había otros dos pescadores en la zona en el momento del incidente, pero no conocían a los criollos por lo que no fueron a pescar con ellos.
La búsqueda de la Guardia Costera se suspendió a las 2:00 de la tarde y se cambió al modo de recuperación.
La Guardia Costera dijo que se le notificó que tres personas habían sido arrastradas al agua a las 7:45 de la mañana de ayer sábado.
Las tripulaciones de rescate fueron lanzadas y recorrieron un área de 22 millas cuadradas alrededor de Penfield Reef, dijo la Guardia Costera.
Los cuerpos fueron recuperados alrededor de las 4:00 de la tarde durante la marea baja.
Un barco de la Guardia Costera de New Haven, un equipo de helicópteros HH-60 Jayhawk de la Guardia Costera Air Station en Cape Cod, la Unidad Marina del Departamento de Policía de Fairfield y la Unidad Marina del Departamento de Bomberos de Bridgeport, participaron en las tareas de búsqueda y rescate de los cadáveres.
REACCIONES
En Yonkers, familiares y amigos de los ahogados reaccionaron devastados por la tragedia.
“Cuando me dieron la noticia, me quedé sorprendida y todavía no lo puedo creer”, dijo una amiga de las amigas que se identificó como María.
Ella añadió que Paulino y Cruz, eran militantes de la iglesia cristiana y siempre la invitaban a los oficios a los que ella iba.
“Ellos vivían pescando y siempre me traían pecados”, agregó la amiga de los muertos.
“Eran dos fieles amigos y trabajadores incansables, dos personas que merecían cualquier ayuda habida y por haber”, dijo Inocencio Méndez
“Ellos eran mis amigos de toda la vida, pero ya… se fueron juntos”, añadió.
Uno de los ahogados tenía dos hijos que deja en la orfandad.
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