En el 2006, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) presentó el Plan Hidrológico Nacional, una serie de estudios sobre los recursos hídricos del país, y proyecciones sobre la disponibilidad y demanda de agua.
Según dicho plan, en el 2005, la presión hídrica de la cuenca Yaque del Norte, indicador usado por organismos internacionales que se establece entre la relación de la disponibilidad de agua de una cuenca y la demanda total de los usuarios, era de un 93.19%, y para el 2020 se estimaba que rondaría 103.43%, es decir la demanda superaría la disponibilidad de agua en esta zona del país.
“Lo que se avecina (respecto al suministro de agua) pasa de ser una crisis latente, a una inminente”, indicó José Raúl Pérez, asesor técnico de cooperación internacional del Indrhi y gerente de planificación de la institución del 2009 al 2013. Pérez afirma que las industrias y la población crecen y desde la publicación de este estudio se han realizado pocas iniciativas para evitar una escasez de agua en esta zona del país.
Cuenca Yaque del Norte
Esta es la cuenta más importente del país, con una extensión de 7,053 kilómetros cuadrados, lo que representa el 14.6% del territorio nacional, con una incidencia directa en 40 municipios dentro de seis provincias en la región Cibao Central y Cibao Noroeste.
El río Yaque del Norte alimenta los dos distritos de riego más extensos del país, ellos son el Bajo Yaque del Norte, que comprende una superficie de 40,646 hectáreas (638,254 tareas), y que se extiende por las localidades de Las Matas de Santa Cruz, Villa Vásquez y Dajabón, y el Alto Yaque del Norte, con 37,232 hectáreas (561,946 tareas), y que provee de agua a las plantaciones localizadas en Santiago, Mao, Esperanza e Isabela.
Uso del agua
El Plan Hidrológico Nacional establece que en el país existe una desproporcionalidad en el uso del agua que producen sus cauces, por lo que este recurso no es utilizado con sentido de economía, con visión de largo plazo. Basados en datos publicados por la Organización de la Naciones Unidades para la Alimentación (FAO), República Dominicana es el país que consume la mayor cantidad de agua per cápita de Centro América y El Caribe, con 700 metros cúbicos por año, y junto con Haití, los que más destinan agua al sector agrícola, el 80 % de su producción hídrica.
Aquí radica uno de los grandes retos del país: reducir el consumo de agua en el campo. Según explica Pérez, el Indrhi ha realizado varios proyectos para tratar de mejorar el uso del agua de parte de los productores, a través de sistemas de agua presurizada eficientes. Aunque dichas acciones han ofrecido resultados positivos en la reducción del consumo, les ha resultado difícil que los agricultores asuman la tecnología.
Por otra parte, Pérez también reconoce que no han contado con el acompañamiento técnico requerido.
Se requiere tecnología
Contar con sistemas de información para el pronóstico y estudio de las lluvias es parte esencial, no sólo para el uso adecuado del agua, también para gestión de embalses y para emitir alertas tempranas en casos de inundaciones, explica el ingeniero Israel Acosta, encargado del departamento de Hidrología del Indhri
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