La acusación frontal de Carlos Amarante Baret, cuestionando seriamente el manejo ético y transparente de un Estado que administra su líder, presidente Danilo Medina, explosiona una crisis que libera rebeliones, disgustos y confrontaciones en el sector “danilista” que está corriendo hacia las primarias del 6 de octubre del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Sus reproches y recriminación salpican al jefe del Estado, a quien, se puediera intuir, Amarante asume como permisivo de las injusticias y falta de equidad que él argumenta en su breve discurso de este jueves descontinuando su proyecto presidencial.
El anuncio dando “un paso al costado”, como él mismo pronunció, expresa enfado y amargura que apunta casi de manera obvia hacia una sola figura, Gonzalo Castillo, quien desarrolla una embestida publicitaria y hace uso de otros recursos de campaña que lo colocan de forma desproporcionada con respecto a sus compañeros de partido y de corriente a lo interno del PLD.
Semanas antes, el exministro de Educación y de Interior y Policía había comenzado sus ataques directos contra Gonzalo, a quien acusó públicamente de utilizar el programa nacional de asfalto, en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), para hacer proselitismo temprano, estrategia que posteriormente le permitió granjearse el apoyo o respaldo, al menos en palabras, de más de cien alcaldes de diferentes municipios del país.
Existe un gran malestar de fondo entre los precandidatos presidenciales que obedecen al “danilismo” que pudiera terminar no solo deshaciendo el pacto entre ellos, sino también dejar más que debilitado a quien finalmente resulte ser el “delfín” del Presidente Medina, que se presume, sin espacio a muchas dudas, lo será Gonzalo.
“La decisión (de renunciar) de Amarante Baret no solo hay que verla por lo que él esté marcando (en las encuestas), sino de lo que representa estructuralmente”, comentó la mañana de este viernes el periodista Julio Martínez Pozo mientras analizaba el tema en su programa el Sol de la Mañana.
La suma de reproches y recriminaciones contra Gonzalo Castillo, a los que se suman los aspirantes presidenciales Reinaldo Pared Pérez y Francisco Domínguez Brito, mina peligrosamente la unidad que necesitaría el grupo que dentro del PLD adversa a Leonel Fernández para competir “cerradamente” con el que ha sido tres veces Presidente de la República.
El desconcierto o trastorno que reina entre los que desde los predios del Palacio Nacional han sido motivados para enfrentar a Leonel en el proceso interno del PLD, pone a la deriva a un barco del que algunos de sus tripulantes ya empezaron a saltar.
Las razones que llevan a Amarante Baret a abandonar un juego que él considera desigual e injusto, pone incluso en riesgo la lealtad política que el mocano le profesa al presidente Medina, quien al parecer no ha hecho uso de sus poderes y compromiso para arbitrar una competición que fuera equilibrada y se desarrolle en igualdad de condiciones para todos los contendientes.
Aunque parezca improbable, hay quienes incluso especulan la posibilidad de que Amarante Baret se incline a favor de Leonel en la cita del 6 de octubre, o simplemente permanezca indiferente, descartándose casi de plano su apoyo a quien motivó su deserción, Gonzalo Castillo.
PRÓXIMO EN ABANDONAR
En fuentes creíbles del PLD, que se mueven en ambas corrientes mayoritarias, se habla de que Reinaldo Pared Pérez será el próximo que se aparte de la competición, y en su caso, anunciaría inmediatamente su respaldo al expresidente Fernández.
A más tardar este próximo lunes se espera que el presidente del Senado y secretario general del PLD convoque a los medios de comunicación para anunciar su decisión al país.
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