NUEVA YORK.- El pandillero Kahton Anderson de 15 años de edad y miembro de la violenta ganga “Big Money Goons”, está siendo enjuiciado como adulto por el asesinato a balazos en el interior de un autobús de la Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA), del padre dominicano de dos hijos, Angel Rojas, quien era nativo de Ceiba de Madera en Moca.
El pandillero, se enfrentaba a rivales de la pandilla “Twan” mientras la guagua se desplazaba con docenas de pasajeros e impactó a Rojas, quien había terminado de un primer trabajo, se dirigía a su casa a ver la familia para luego ir a una segunda jornada.
El asesinato del padre mocano, fue perpetrado por Anderson en marzo del 2013 y las versiones que ha dado a la policía y a la corte, difieren con las evidencias abrumadoras que han presentado los fiscales en la apertura del juicio que se estima duraría cinco días en la Corte Suprema Estatal de Brooklyn.
El abogado del acusado, alega que el pandillero estaba defendiéndose de los rivales que lo estaban persiguiendo para matarlo, pero la fiscalía presentó pruebas de que Anderson, portaba el arma desde hacía unos tres años y que no era de un hermano, como les dijo a los investigadores policiales.
La fiscal auxiliar Nicole Chavis, dijo que el ganguero “estaba preparado para matar a sus rivales de pandilla”. De ser hallado culpable, el pandillero podría enfrentar hasta 50 años en la cárcel.
“Esta armado y preparado”, recalcó la representante del Ministerio Público en la apertura de argumentos.
“Anderson sacó el revólver y disparó a mansalva, sin tener en cuenta a nadie de los que iban en el autobús”, expuso la fiscal auxiliar.
Dijo que después de matar a Rojas de un solo tiro, el pandillero persiguió a sus rivales por la calle Bedford – Stuyvesant y continuó disparando… disparo tras disparo”.
La fiscal explicó que el pandillero, nunca dio una advertencia y se reía cuando fue atrapado por la policía.
“La conductora del bus, Jennifer Worthy, dijo que los bebés lloraban y que había mujeres con niños en sus brazos entre los pasajeros”, agregó la fiscal.
El pandillero usó un revólver Magnum .357 que poco antes había exhibido en una foto en facebook, advirtiendo que saldría a matar ese día.
En su declaración a la policía Anderson dijo que “había una guerra por ahí”, pero la fiscal dijo que alegó defender su vida después que mató al dominicano.
Frederick Pratt, el abogado del pandillero, admitió que el acusado estaba involucrado en una confrontación con sus rivales, “pero esa es una disputa de generaciones y estos jóvenes, han nacido en esa situación”.
Pidió a los jurados mirar bien los videos de seis cámaras que están en el interior del autobús de la ruta B-15.
En las imágenes, se ve al pandillero subir a la guagua con un par de mujeres jóvenes que se juntaron con un hombre. El matador les hizo señas para que se bajaran y ellas lo hicieron, mientras otros dos hombres sostienen la puerta de salida del autobús.
El pandillero estaba sentado en la última fila y se ve sacando un objeto – que era el revólver – de su mochila, mientras un hombre se le acerca.
Dos segundos después, los hombres que agarraban la puerta son vistos huyendo, siendo perseguidos por el pandillero.
El abogado arguye que “esos hombres fueron quienes dispararon contra Anderson horas antes de ese incidente”, por lo que el pandillero abordó el autobús para evitar que lo mataran.
“Mientras estaba sentado allí, razonablemente temía por su vida”, añadió el abogado del asesino. “El no estaba sonriendo, estaba corriendo para defender su vida”.
Rojas, quedó muerto en el asiento en el que estaba. Había llegado recientemente desde la República Dominicana e iba a visitar a sus hijos.
María López, viuda de Rojas no pudo contener las lágrimas en la corte, cuando comenzaron a exponerse los argumentos en la apertura del juicio.
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