Leandra Feliz, madre de Lesandro ”Junior” Guzmán Feliz dice espera todo el peso de la ley en contra de los acusados
NUEVA YORK._ La madre del estudiante Lesandro ”Junior” Guzmán Feliz, asesinado a machetazos y puñaladas por pandilleros de Los Trinitarios, frente a una bodega de El Bronx, agradeció ayer jueves la solidaridad y el apoyo masivo de neoyorquinos.
También de ciudadanos de otros estados, frente a la tragedia que enluta a la familia, y resaltó la eficiencia, capacidad y rapidez del Departamento de Policía (NYPD), que en horas capturó ocho de los sospechosos acusados por el brutal crimen.
La señora Leandra Feliz, que habla inglés fluido, concedió una entrevista ayer jueves al programa “Good Day New York” (Buenos Días Nueva York) de la cadena Fox News.
Dijo esperar que todo el peso de la ley caiga sobre los asesinos de sus hijos y recalcó declaraciones anteriores de que el grupo de matones, era de unos 15 hombres, aunque siete de ellos se quedaron en los alrededores para vigilar, por lo que no aparecen en los videos difundidos.
Dijo que el apoyo que ha recibido ella, el padre, la hermana y todos los deudos cercanos de Lesandro, ha sido masiva, efusiva y sincera.
“Me siento muy agradecida por todos los que nos están apoyando y por todos los que nos ayudan”, dijo Leandra Feliz en la entrevista con el programa.
“No esperaba esta cantidad de amor y apoyo de todos”.
Tras el trágico crimen, ella dijo que no ha tenido descanso con vecinos y miembros de la comunidad llenando su casa a diario para acompañarla mientras llora.
Relató que cuando tiene un momento sola, como cuando se despierta por primera vez o limpia su apartamento, todo le recuerda a su hijo
“Todo es un recuerdo”, dijo. “No sé lo que voy a hacer sin él”.
“En mi corazón, siento a mi hijo conmigo”, agregó. “No lo dejo ir. Él se queda conmigo”.
El miércoles, más de 1,000 dolientes llenaron una iglesia Nuestra Señora del Monte Carmelo (Our Lady of Mount Carmel) en el vecindario Belmont de El Bronx, donde vive la familia, para asistir al funeral del adolescente, cantidad que sorprendió a la madre.
“No esperaba nada como eso”, dijo. “Cuando ocurrió la tragedia, perdí la cabeza. En ese momento dije “Dios mío, ¿qué voy a hacer?, estoy completamente sola”.
“Yo digo que Dios me está ayudando. Quiero agradecerles muchísimo a todos los que me apoyaron”, añadió.
Feliz contó cómo su hijo, que ya había estado planeando su futuro como oficial de la policía, se ausentó la noche del 20 de junio para darle a un amigo los $5 que necesitaba para la comida, mientras ella se iba a dormir.
Más tarde, el novio de su hija la despertó abruptamente, y le dijo que Junior había sido apuñalado.
“No podía imaginar que fue apuñalado tantas veces en un crimen tan grande”, dijo.
Pero el muchacho fue acuchillado repetidamente, incluso en el cuello, con cuchillos y machetes por un grupo de pandilleros trinitarios que la policía cree que lo confundieron con otro adolescente.
Una serie de videos de vigilancia muestra a Junior desesperadamente tratando de esconderse detrás del mostrador de la bodega “Zesarina Grocery”.
Mientras los pandilleros lo cazan, y luego vuelve al negocio en busca de ayuda luego de ser apuñalado, donde le negaron auxilio.
La desconsolada madre atacó a los trabajadores de la bodega por no haber hecho nada.
“Nadie lo ayudó, ni siquiera antes, ni siquiera después”, dijo la madre indignada.
Ocho pandilleros de Los Trinitarios, han sido acusados de asesinato y otros cargos en el caso.
La señora Feliz, quien dijo que nunca se preocupó por la violencia de las pandillas en su barrio antes del asesinato de su hijo, quiere ver a los asesinos condenados a 300 años cada uno, para que nunca puedan más salir y matar a más niños.
“Quiero seguir siendo fuerte por él, tengo que ver qué va a pasar con esos asesinos”, dijo la madre dominicana.
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