Las prohibiciones dispuestas por la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) de no promover actos religiosos y políticos en las instalaciones de Metro y el Teleférico de Santo Domingo provocaron ayer opiniones encontradas de los usuarios de estos medios de transporte.
Algunas personas favorecen la prohibición de las acciones proselitistas en el Metro, mientras otros rechazan la disposición contra las prédicas religiosas y la difusión de este tipo de información.
Maritza Morel, Rosa Torres y Porfirio Pérez favorecen la prédica de la palabra de Dios, porque en ocasiones hay personas angustiadas y turbadas que pueden salvar su vida a través de un mensaje cristiano.
En cambio, Ezequiel Corporán afirmó que no a todos le interesa escuchar mensajes que van en contra de su doctrina, y Nayeli Rosario explicó que no está de acuerdo con que predicadores vociferen en los vagones.
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