NUEVA YORK._ Los familiares de la dominicana María Josefina Tineo de 39 años de edad, quien murió después de someterse a una cirugía estética, pidieron el cierre inmediato de la clínica Centro Internacional de Cirugía Plástica Avanzada (CIPLA), situada en Santo Domingo,
al tiempo que reclamaron que el cirujano Wilfredo Rodríguez Peña que la operó, sea detenido y encausado en la justicia.
La clínica, se ha convertido en una especie de “cadalso” donde han muerto
numerosas mujeres, siendo los casos más sonados los de las señoras Aidé Frías, Aida Peña, Altagracia Mejía y Francia Filpo.
numerosas mujeres, siendo los casos más sonados los de las señoras Aidé Frías, Aida Peña, Altagracia Mejía y Francia Filpo.
Los restos de la señora Tineo, quien era naturalizada estadounidense, serán velados hoy jueves en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln en Santo Domingo y luego repatriados a Nueva York, donde eventualmente se le hará otro funeral.
La clínica, según las denuncias, no cuenta con los estándares para el tratamiento post operatorio de las clientas y tampoco con una sala de cuidados intensivos. El Ministerio de Salud, clausuró el centro el 16 de junio de 2013 por violación a la Ley General de Salud, la 42-01.
“Exigimos de Salud Pública para que investigue a ese señor, Wilfredo Rodríguez, porque está acabando con la ciudadanía”, dijo el padre de la víctima, que se negó a identificarse.
“El cirujano, sabiendo que ella no podía caminar ni se iba a recuperar, hacía que la bajáramos desde una segunda planta al Centro Olímpico para darle terapia”, añadió una pariente que tampoco se identificó, pero que al parecer es hija de la muerta.
Como docenas de otras dominicanas, la señora Tineo, viajó desde Nueva York a su país natal para someterse a la cirugía, especialmente atraída por el bajo precio ofertado en internet y otros medios por parte de la citada clínica.
El reclutamiento de mujeres para que se hagan cirugías estéticas o “plásticas” en la República Dominicana, se ha hecho una costumbre en salones de belleza, peluquerías, centros de uñas, tiendas suplidoras de belleza, spa y otros establecimientos de cuidado femenino, donde asiste un gran número de criollas en busca de mejorar la apariencia física.
Hay varios casos en los que cirujanos dominicanos se han desplazado desde la República Dominicana a Estados Unidos, en busca de clientas, pero algunos han hecho las operaciones sin la licencia estatal de Nueva York y otros estados para intervenir a las mujeres.
Incluso, han usado instrumentos y aditivos peligrosos e infecciosos para cerrar las suturas, lo que ha dejado a muchas de las clientas muertas y otras muertas.
Uno de los casos más sonados, es el del cirujano Héctor Cabral Guerrero, quien fue arrestado, enjuiciado y sentenciado por la jueza Laura Ward de la Corte Suprema Estatal en Manhattan y se le obligó a indemnizar a siete víctimas con $23.000 dólares.
También se le excluyó por tres años de los Estados Unidos y a 250 horas de servicios comunitarios.
Entre sus víctimas figuran las señoras Lisette Mejía y Francisca Fernández de 36 y 48 años de edad, respectivamente y ambas residentes en El Bronx.
No hay comentarios:
Publicar un comentario