La República Dominicana conmemora este lunes, 27 de febrero, el 173 aniversario de su independencia nacional, convirtiéndose en un país libre y soberano tras la guerra librada y ganada contra tropas de Haití, cuyo país tenía dominio de este lado de la isla hasta 1844.
22 años de control haitiano en la parte oriental de la isla La Española terminaron
con la guerra que proclamó a República Dominicana como país independiente, gracias a los gestos y sacrificios patrióticos de hombres como Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez y otros.
Sin embargo, la independencia dominicana fue ciertamente consumada luego de remanentes y otras batallas que se sucedieron a la guerra del 27 de febrero de 1844, ganadas igualmente por las tropas de este lado.
Los intentos haitianos por retomar la parte dominicana se extendieron durante varios años después de 1844, y no fue sino hasta 1867 cuando Haití propiamente reconoce a República Dominicana como país libre.
La intervención
Bajo el mando de Jean Pierre Boyer fuerzas militares de Haití ocuparon el lado este de la isla en 1822, disponiendo una serie de medidas para asegurar su unificación.
Durante su dominio, el dictador Boyer impuso de este lado el servicio militar, restringió el uso de la lengua española y eliminó algunas costumbres tradicionales, como las peleas de gallos.
Otras medidas monetarias fueron minando el crédito internacional de Boyer, lo que marcó el inicio de las protestas de sectores contra su gobierno dictatorial.
Una de las medidas más fuertes del régimen de ocupación fue la prohibición a todos los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial.
Solo podían ejercer el comercio las personas de origen extranjero, ciudadanos haitianos y representantes de casas comerciales internacionales.
Los dominicanos que quisieran hacer comercio debían juramentarse primero como ciudadanos haitianos.
También ayudó a la gesta independentista el enfrentamiento de la Iglesia Católica contra el gobierno de Boyer, cuando éste le confiscó sus terrenos y bienes.
El grito de independencia
Juan Pablo Duarte y un grupo de hombres y mujeres liberales inspiraron a llevar a cabo la Independencia Nacional.
Comenzó concretamente con la formación de la sociedad secretaria La Trinitaria, en 1838, consistente en grupos de tres que iban reclutando adeptos.
Una de las acciones concretas de La Trinitaria fue ayudar al derrocamiento de Boyer, en 1843, en alianza con Charles Riviere-Hérard, quien después de sustituir al dictador encarceló a algunos trinitarios y obligó a Duarte a abandonar la isla.
En febrero de 1844, con Duarte enfermo en el exilio, los trinitarios actúan bajo el mando de Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Pedro Santana.
El 24 de febrero de 1844, se reunieron en casa de Sánchez, donde acordaron los planes y fecha del alzamiento.
Al día siguiente, se despacharon los emisarios rebeldes hacia las diversas regiones del país, para dar a conocer las decisiones tomadas.
El 27 de febrero los rebeldes tomaron La Fortaleza Ozama en Santo Domingo, donde la guarnición haitiana fue tomada por sorpresa.
Uno de los insurgentes, liderados por Matías Ramón Mella, llegó hasta la Puerta de la Misericordia donde Mella disparó el legendario Trabucazo de la Independencia y Sánchez izó inmediatamente la nueva bandera dominicana al grito de ¡Dios, Patria y Libertad!.
Había nacido la nueva república bajo la forma de un gobierno republicano y democrático, en un pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera.
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