Barahona.- Preocupación, sentimientos de inseguridad e impotencia se apoderó de los médicos, enfermeras y personal de apoyo del Hospital Regional Universitario Jaime Mota, por el robo de que fueron objeto la madrugada de hoy lunes en ese centro de salud.
La jefa de la residencia médica del centro de salud, doctora Lissette López, dijo que los galenos tienen
miedo de quedarse a dormir en la habitación destinada a los médicos residentes, ya que temen ser objeto de alguna agresión o violadas, ya que la mayoría de los médicos residentes son mujeres.
De la habitación, cuyo candado de entrada fue violentado por dos sujetos, los cuales protegía su rostro con una capucha, se llevaron un abanico, perfumes y la estufa en la que preparan café no pudieron llevársela, por lo que la dejaron abandonada.
Según informaciones ofrecidas por médicos, enfermaras y personal administrativo que pidieron no ser identificadas, en el centro que ofrece los servicios de salud a más de 400 mil personas de las provincias Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia, no es la primera vez que ocurren robos.
Recordaron que hace un año cargaron con unos comprensores de aire acondicionado, de la misma habitación de la residencia cargaron con una computadora Laptop, mientras que a los pacientes y a sus familiares casi le sustraen sus pertenencias casi a diario sin que haya respuesta de la dirección del Centro de salud.
Sobre la acción delincuencia este diario hizo contacto con la directora médica, doctora Martina Féliz Gómez, quien hacer cuestionada al respecto por la vía telefónica, dijo que iba en dirección a Santo Domingo y que no tenía información detallada del robo.
Sin embargo, prometió ofrecer información detallada de ese caso este martes, por lo que sospecha que se trata de una acción del mismo hospital, por lo que ordenará se investigue el caso para identificar a los responsables.
Para llegar hasta la habitación de los médicos residentes los sujetos violentaron dos ventanas de la parte de atrás del hospital, los cuales subieron por la azotea sin ser vistos, rompieron los candados de la habitación y la puerta de vidrio principal.
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