29 abril 2017

Hondureño ilegal acusado de violar y estrangular dominicana en Nueva Orleans

NUEVA YORK._ La policía del poblado Terrytown en el condado Jefferson Parrish en Nueva Orleans, capturaron y acusaron al hondureño  ilegal Irwin Gómez Colón de 31 años de edad, de violar sexualmente, estrangular y apuñalar más de 20 veces  a la dominicana Nancy Yahaira González Rodríguez, de 33, cuyo cadáver fue encontrado en un charco de sangre el lunes 24 de abril en su apartamento, junto a su hijo Jeremy. Ella también estaba ilegalmente en Estados Unidos.

Los investigadores dijeron que Gómez Colón fue detenido el martes de esta
semana y encarcelado sin derecho a fianza, enfrentando los cargos de asesinato en segundo grado, violación sexual y tenencia ilegal de un arma peligrosa.
El hondureño era vecino de la dominicana.
Gómez Colón, había sido acusado también en 2015 por cargos de violación sexual, según dijo el sheriff del condado Normand Newell el miércoles, al anunciar la captura y acusaciones contra el hondureño indocumentado.
Las autoridades dijeron creer que Gómez Colón asesinó a la mujer el sábado, dos días antes de que su cuerpo fuera encontrado en el apartamento en el que vivía con su hijo y donde se había mudado desde Misisipi, después de separarse de su esposo.
El cadáver estuvo en el apartamento durante más de 30 horas, después del asesinato.
El oficial dijo que González fue  apuñalada más de 20 veces, la mayoría de las estocadas  por la  espalda.
Hay también indicios de que, ella  luchó por su vida, fue estrangulada y violada.
El niño no fue tocado por el violador asesino y fue puesto al cuidado de las autoridades estatales, dijo el sheriff Normand.
Las sospechas se concentraron de inmediato en Gómez, que vivía al otro lado del estacionamiento del complejo de apartamentos.
Un residente en el edificio que se identificó como Carlos Hernández Gómez dijo que vio salir del apartamento de González alrededor de las 10:30 de la noche  del sábado a Gómez quien parecía estar sangrando de su brazo derecho y sosteniendo una toalla blanca doblada mientras caminaba hacia unos contenedores de basura cercanos. Gómez  regresó al apartamento de González y permaneció allí por un tiempo antes de volver  a su casa, dijo Hernández.
Gómez se estaba comportando aparentemente normal el domingo y el lunes, incluso, después de que los agentes de la oficina del sheriff descendieron a la escena del crimen, dijo Hernández.
"Estaba actuando como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo", dijo.
El sheriff  dijo que  obtuvo una orden para registrar el apartamento de Gómez. Al interrogarlo, les preguntaron  que si conocía a González les dijo que sí, pero que no la había visto desde hacía semanas.
Los policías no le creyeron y se mostraron escépticos, especialmente después de observarle heridas en la palma de la mano derecha y el brazo superior derecho, dijo el sheriff.
Gómez dijo que recibió las heridas cuando  trabajaba en una obra en construcción, pero ni sus compañeros trabajadores ni sus supervisores respaldaron la historia.
Fue acusado de asesinato en segundo grado, un delito que en Luisiana contempla  cadena perpetua obligatoria como pena máxima.
El sheriff  no dijo si se había recuperado el arma utilizada por Gómez para matar a González, pero adelantó que en una búsqueda en el apartamento de Gómez se hallaron  "artículos de potencial valor probatorio" que todavía se están procesando.
Esta no es la primera vez que las autoridades han acusado de un cargo grave a Gómez.
La policía de Nueva Orleans lo encarceló por cargos de violación en primer grado, secuestro en segundo grado y abuso doméstico que involucra estrangulamiento hace unos dos años, pero los fiscales retiraron los cargos.
Había sido detenido por conducir ebrio ese mismo año también. En 2013, Gómez fue arrestado  como inmigrante ilegal en Texas, después de haber entrado en el país a través de la frontera con México.
Hernández dijo este jueves que estaba luchando para asimilar el  final violento de González, pero está contento de que la justicia podría hacerse.
"Siempre hay un ojo hacia fuera allí viendo todo lo que haces, siempre", agregó.
Ferreras dijo que el 14 de abril, día de su cumpleaños fue la última vez que vio a González. Durante esa visita, Ferreras dio a su hijo una bicicleta como regalo de cumpleaños.
Johel Ferreras, ex esposo de la víctima y padre del niño dijo que el menor estuvo en custodia del estado y que está gestionando la custodia en la Corte de Familia de Nueva Orleans.
Aunque el ex esposo y el hijo, el segundo nacido en Puerto Rico, son ciudadanos americanos, ella estaba también ilegalmente en los Estados Unidos.
"Fue un acto de cobardía", dijo Ferreras del asesino de su ex mujer. "Dejar un niño abandonado después de hacer algo que no tiene nombre, es de un cobarde”.
Yahaira vivía en el edificio de la cuadra 1200 de la calle Empire Place en Terrytown (Nueva Orleans) y había buscado trabajo en un restaurante cercano a la casa.
Frecuentaba a su compatriota y vecina Aneli Vargas, cada mañana para tomarse un café, de lo que había hecho un hábito. Pero el domingo ni el lunes no fue donde la amiga y Vargas no se había comunicado con ella, le envió un mensaje de texto a un amigo alrededor de las 7:30 de la noche del sábado.
Vargas dijo que ella y otros amigos de González se preocuparon y fueron al apartamento tocando la puerta.
No recibieron repuesta y un amigo y vecino, fue a una ventana en el lado del apartamento de la planta baja.
Apareció el hijo que  abrió las persianas y el amigo vio el cuerpo de González en el suelo y en un charco de sangre, por lo que llamaron  a la oficina del sheriff.
González hizo una fiesta para celebrar el cumpleaños del niño, el 8 de abril, pero Ferreras no pudo asistir debido al trabajo.
Ferreras dijo que es nativo de la República Dominicana.

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