NUEVA YORK.- Fernando Owens, un dominicano extraditado a Massachusetts desde la República Dominicana, hace varios días y acusado junto a dos cómplices del asesinato y quema del cadáver de Ashley Bortner, nativa de New Jersey, enfrenta una sentencia de cadena perpetua.
En su primera aparición en la corte, el juez le negó el derecho a fianza a Owens, después que la fiscalía lo calificó de “un monstruo asesino a sangre fría, peligro para la comunidad y alto riesgo de fuga”.
Owens, quien capturado en la República Dominicana, donde huyó y se escondía, es acusado junto a la pareja de Julian y Shanonn Squires, de la muerte de la mujer, que tenía 29 años de edad.
Después de matarla, los fiscales alegan, que el trío de imputados, tiró el cadáver cerca de los rieles de un tren, donde lo quemaron para tratar de borrar las huellas y las evidencias.
La víctima, fue atada y amordazada, y había sufrido quemaduras en más del 70 por ciento de su cuerpo.
El hijo de Fernando, Dominic Owens de 21 años, había sido encontrado muerto por la mañana temprano ese mismo día.
Los fiscales dijeron que la policía cree que Bortner había estado presente en el asesinato, aunque materialmente no participó.
"Mientras que la Sra Bortner no estuvo involucrada en el asesinato de Dominic Owens, estaba presente en el momento que lo mataron", dijo la fiscal adjunta de Plymouth, Jessica Elumba.
Nadie ha sido acusado en el asesinato del hijo de Owens, pero la investigación sigue abierta y muy activa, dijo Jake Wark, portavoz de la oficina del fiscal de distrito del condado Suffolk.
En las horas posteriores a la muerte de Dominic Owens, su padre había comenzado a buscar a Bortner, con la creencia de que ella habría asesinado a su hijo.
“Estaba aterrorizada y trató de convencer a Fernando Owens, de que ella no era responsable de la muerte de su hijo”, explicó la fiscal.
"La víctima, tenía miedo de su seguridad, y comenzó a llamar a personas, abogando por su vida, diciéndoles que tenían que decirle al señor Owens que no tenía nada que ver con el asesinato de Dominic”, expuso la representante del ministerio público.
La mujer asesinada, fue a la casa de Fernando Owens en Dorchester (Boston) para hablar con él. Dieron la vuelta a la esquina cerca un altar improvisado en memoria de Dominic Owens.
La fiscal relató que “durante la visita, Fernando Owens se convenció de que Bortner tenía algo que ver con el asesinato de su hijo”.
Agregó que “él, (Fernando Owens) y un amigo golpearon y asfixiaron a la víctima hasta que ella perdió el conocimiento”.
Entonces consiguieron en un carro y se dirigieron hacia el área de Bridgewater, parando en el camino para llenar un bidón de gasolina, dijo la fiscal Elumba.
“Owens (padre) y el amigo, identificado como Julian Squires, de 41 años, al parecer se juntaron en Bridgewater para disponer del cuerpo de Bortner, mientras Shannon, esposa de Julian, condujo el vehículo por los alrededores y esperó para recoger a los dos hombres”, explicó la fiscal.
Los esposos Squires, residentes en Manchester (New Hampshire), fueron acusados ? este mes por cargos de asesinato y secuestro en la muerte de Bortner, y están detenidos sin derecho a fianza.
Los sospechosos regresaron a la casa de Fernando Owens, desde donde huyeron y no regresaron, dijo la fiscalía.
Owens comenzó a planear el funeral de su hijo, pero la pareja acusada no asistió al velatorio.
Para entonces, la policía se acercaba, dijo la fiscal, y Owens logró escapar a la República Dominicana.
Fue capturado allí la semana pasada, y ahora enfrenta los cargos criminales en la ciudad de Brockton.
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