Manny Pacquiao es el hombre más famoso de Filipinas.
A base de esfuerzo y golpes en el ring, el nacido en Kibawe,Bukidnon se construyó un nombre hasta convertirse en el héroe nacional y ejemplo a seguir
para los niños y jóvenes de su país.
Sin embargo, no siempre fue el hombre centrado y que ahora, a sus 37 años, apoya la dura campaña antidrogas que Filipinas lanzó bajo el mando del Presidente Rodrigo Duterte y que ha dejado un saldo de más de 3 mil muertos entre narcotraficantes y consumidores.
‘Pacman’ confesó en una entrevista que en su adolescencia probó todo tipo de drogas y que el presidente no tiene idea de su oscuro pasado.
“Él no sabe de mi experiencia con las drogas”, dijo el filipino a la agencia Reuters. “Probé drogas… muchos tipos de drogas, todo tipo de drogas”.
Pacquiao, que en mayo fue electo al Senado, respalda la dura iniciativa de Duterte y en su primer discurso en el Senado pidió la pena de muerte para los narcotraficantes, además de que brindó todo su apoyo al presidente.
“Dios los puso ahí por una razón, por un propósito, para disciplinar a la gente”, dijo Pacquiao, quien agregó que otros gobiernos filipinos no fueron respetados.
Pacquiao se prepara para regresar al ring luego de su corto retiro del boxeo.
El filipino se mide el 5 de noviembre a Jessie Vargas, quien expondrá el título welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
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