14 abril 2017

Iglesia Católica truena nuevamente por la inseguridad, la corrupción y la impunidad

La Iglesia Católica tronó nuevamente este viernes Santo en el Sermón de las Siete Palabras contra el Gobierno por la inseguridad, la corrupción y la impunidad.
Los siete sacerdotes y diáconos que dieron lectura al sermón católico en la Catedral Primada de América, donde se ofició un tedéum, con motivo de la muerte y crusifixión de Jesús, abogaron por políticas reales y voluntades
para enfrentar los graves problemas que afectan a la sociedad dominicana.
También cuestionó la política sobre el aborto, la situación de pobreza de las familias dominicanas, loos bajos salarios y el alto nivel de endeudamiento a que se ha llevado al país.
Parte del texto de la Primera Palabra del Sermón, es el siguiente:
"Nuestro pueblo dominicano clama desde la cruz de la inseguridad, en los que no alcanzan a llegar a su trabajo porque una bala asesina apaga su vida, su familia, sus hermanos de comunidad, un pueblo que se siente inseguro.
Los encargados de velar por la seguridad de nuestro país, ¿No saben que sus hijos son también de este pueblo?, Que las calles en las que salen con guardaespaldas y vehículos blindados son también las calles que transitan sus nietos, que las balas, cuchillos, el sobre con droga, el carro manejado por un borracho, el arma en manos de un ladrón de esquina no tiene ojos?, ¿no se dan cuenta que la cruz que nos han construido también les cargará a ellos?
¿Acaso es una película? No hermanos es real, es la sangre de muchos inocentes que se está derramando en nuestro país”. 
Este sermón fue leído por el sacerdote Elvin de los Santos.
La segunda oración del sermón es "....Hoy estarás conmigo en el paraíso",  tocó pronunciarlas al sacerdote José Mariano Gálvez.
Pidió a Dios que enseñe a orar, como lo hizo Jesús al lado del ladrón crucificado a su lado. 
Clamó por una mayor voluntad de quienes construyen los llamados paraísos terrenales a nivel político, social y religioso.
“Esas calañas de perversidad instintos viciados, brutalidad y fango no pueden entrar en el paraíso tan fácilmente. Señor enseñamos a orar como el buen ladrón, para reconocer nuestros errores y tornar nuestras miradas hacia ti, para pedirte que te acuerdes de nosotros, en esta hora presente que vive nuestro pueblo dominicano”, expuso el padre Gálvez.
En la tercera oración: "mujer ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu madre", el padre Virgilio de la Cruz leyó la crítica católica a la situación de inseguridad en el país, la incertidumbre que viven las madres cuando sus hijos salen y pensar en si volverán a la casa, cuesitonó las injusticias sociales y reiteró la posición eclesial sobre el aborto.
“Ustedes ven en los destacamentos una frase que dice: Todo por la Patria, ironía de la vida los ciudadanos tienen temor a los miembros de la Policía Nacional porque desgraciadamente en la mayoría de los atracos que se realizan, aparece la sospecha o la certeza de su participación.
Es lamentable que personas inescrupulosas y ambiciosas embarren la institución que ha sido creada con los fines de cuidar a la ciudadanía. Hechos que son vergonzosos, puesto que a su cargo está la seguridad de la nación”.
También criticaron a los legisladores y los que intentan legalizar el aborto y dijeron que estos legisladores que promueven la ley que legaliza la interrupción del embarazo no debieran estar en el Congreso sino en el banquillo de los acusados reclamando el derecho a la vida.
En un país que se legaliza el aborto ¿se puede hablar de justicia? ¿Qué esperanza puede tener la vida cuando los encargados de protegerla la desprotegen? Es más fácil promover el aborto que promover la familia, la fidelidad matrimonial, la responsabilidad materna. El derecho a la vida es anterior a cualquier derecho del Estado. El Estado no es dueño de la vida de nadie”. 
"Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado", es lacuarta palabra y fue leída por el sacerdote Carlos Manuel Abreu Frías, critica la generalización de la corrupción en todos los estratos de la sociedad, tanto público como privado.
También cuestionó los robos y la violencia, cuyo aumento atribuye a la pérdida de valores y la metalización de las conciencias, que permiten preguntan hacia donde va el país como nación.
“Hoy queremos vivir en verde no sólo por la esperanza de una República mejor, sino con la esperanza de que somos entes de cambio. Que nuestras vidas sea verde, sea esperanzadora para los demás. Que podamos confiar unos y otros como Cristo en la Cruz se confió al padre”, concluyó el padre Abreu Frías.
La quinta palabra: "Tengo sed", fue manifiesta por el padre Alejandro Vargas la Iglesia consideró que la sociedad tiene sed de felicidad y el pueblo tiene sed de Dios.
“Tengo sed porque la delincuencia nos arropa. Vivimos como una nación con delirios de persecución e inseguridad. Ya no podemos caminar tranquilos por las calles por el gran temor a ser asaltados. Cada ciudadano está siendo atormentado y han perdido la confianza”.
Al diácono Franco Antonio Luna le tocó expresar la sexta palabra: "Todo ose ha cumplido", ratificó los cuestionamientos de la la Iglesia Católica al endeudamiento externa, la situación de pobreza y la desigualdad social imperantes y enfatizó sobre el aborto.
“Queridos hermanos, la sexta palabra de Jesús: todo se ha cumplido tiene su antítesis en la expresión nada se ha cumplido. Cuando observamos con mucha tristeza el estado de situación imperante en nuestro país, se puede concluir que estamos en medio de un desorden generalizado, donde el gran perdedor es el pueblo y es que son innumerables los aspectos negativos que tenemos que señalar que indefectiblemente tenemos que concluir que nada se ha cumplido quizás, porque las autoridades del han olvidalo que hace poco el que hace mucho y no hace lo que tiene que hacer”. 
Luna citó entre los grandes males del país la pobreza, la delincuencia y la criminalidad, la corrupción y la impunidad, la crisis en el sistema de salud, el endeudamiento de la nación y la crisis de valores humanos y cristianos que afectan a la familia dominicana.
El también diácono Juan Durán tuvo a cargo la séptima palabra: "En tus manos encomiendo mi espíritu".
Con esa frase, la Iglesia Católica renovó sus criticas al sistema de justicia, que estimó ha sido fallido, mientras civiles y militares se dejan corromper por el afán de riqueza y obsesión de poder.
“Encomendarnos al padre frente a la referida descomposición social y humana por la que estamos pasando en estos momentos en nuestro país donde tememos unsistema de justicia fallido, autoridades civiles y militares que se dejan corromper por el afán de las riquezas materiales y la obsesión de poder no necesariamente para servirle a la Patria, sino para servirse de la Patria", proclamó.

Sábado y domingo

Este sábado, la Iglesia lo considera el día del silencio, de ayuno eucarístico y de reflexión sobre la muerte de Jesús.
En tanto, para el domingo es el día de conmemoración católica de la resurrección de Jesús en el calvario y la Iglesia tiene programado oficiar misas en sus diferentes parroquias y catedrales.

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