NUEVA YORK.- Fausto Luna, un taxista dominicano de Uber y de 58 años de edad, se suicidó, muriendo destrozado, cuando se tiró contra un tren de la línea A en la estación de la calle 175 y avenida Fort Washington en el Alto Manhattan.
A pesar de que la familia del suicida se ha negado a hablar sobre el trágico hecho, basándose en sus principios religiosos, testigos del suicidio dijeron que Luna, aparentaba estar muy ansioso y con nervios, mientras esperaba en la plataforma de la estación, que el tren se acercara para consumar su violenta muerte.
Sus restos fueron velados la noche del jueves en la funeraria Rivera de la avenida Saint Nicholas y la calle 173 del Alto Manhattan, donde acudieron numerosos familiares, vecinos, amigos y compañeros de labores.
Un culto evangélico se realizó en su memoria en la funeraria.
Se dijo que su madre enferma, no ha sido informada todavía de la tragedia ocurrida el pasado lunes, mientras el recordatorio que se distribuyó entre los asistentes al funeral, no tiene su foto.
Comentarios entre los allegados del fallecido en la funeraria, daban cuenta de que había acumulado una alta deuda, que se le hacía imposible pagar, por lo que se deprimió y decidió quitarse la vida.
La estampilla fúnebre, tiene las manos de Jesucristo en señal de oración en la portada y en la parte posterior, se ofrece la fecha de nacimiento del taxista, 8 de septiembre de 1961.
También se incluyó el salmo 23 que reza: “El señor es mi pastor, nada me falta, en verdes pastos él me hace reposar y a donde brota agua fresca me conduce”.
La policía no ofreció informaciones detalladas sobre el suicidio del taxista, limitándose a responder que un hombre murió aplastado por un tren de la línea A en la estación de la calle 175 en Washington Heights.
Otros suicidas
El de Luna, es el más recienta caso de taxistas dominicanos suicidándose en Nueva York a causa de supuestas deudas impagables y la acumulación de miles de dólares impuestas por oficiales de la Comisión de Taxis y Limosinas (TLC).
El año pasado, el taxista criollo Danilo Corporán Castillo, escribió una larga nota de suicidio lamentando el desastroso estado de la industria en la parte atrás de una cita de la TLC antes de tirarse desde el techo del edificio en el que vivía, en la calle 135 en Harlem, el 20 de diciembre de 2017.
Alfredo Pérez, fue otro de los taxistas dominicanos que se suicidio ahorcándose en su apartamento del Alto Manhattan antes de que Corporán se matara.
Varios otros conductores de taxis, también se han suicidado en la ciudad, lo que provocó que este año, el alcalde Bill de Blasio, anunciara la creación de un programa de ayuda económica y consejería psicológica para prevenir las tragedias, pero la mayoría de los conductores tanto del área livery como de los taxis amarillos y Uber, dicen que esa promesa no ha llegado todavía.
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