El hecho de que un tribunal imponga una orden de alejamiento en contra de un hombre para evitar que pueda aproximarse o molestar a su expareja luego de una denuncia por violencia de género, no es una garantía para asegurar la protección de la víctima. Los hechos así lo demuestran.
El caso más reciente que pone en evidencia la poca efectividad de este tipo de recurso judicial utilizado por las autoridades en los casos de violencia machista, ocurrió a pocas horas del inicio de este año, cuando un hombre en el barrio Guaricanos, Santo Domingo Norte, mató a su expareja y a la madre de esta, a pesar de tener varias órdenes que prohibían su acercamiento.
Otras féminas que fueron favorecidas por una orden de protección y cuyos nombres figuran en la lista de mujeres asesinadas por sus parejas o expareja son Andreea Celea, a quien su novio Gabriel Villanueva supuestamente lanzó del octavo piso de un hotel en la capital; Belkis Almonte, ultimada de varios disparos por su expareja el abogado Víctor Radhamés; Gabrielis Sánchez, la adolescente de 15 años que fue asesinada por su expareja Orlando Adames, quien tras cometer el crimen se suicidó en Los Guandules, y hay más casos.
Falta seguimiento
Para el abogado Amadeo Peralta, hasta que la Policía Nacional y el Ministerio Público no ejecuten mecanismos de seguimiento a esas órdenes de protección, se van a seguir cometiendo feminicidios.
“Hasta ahora, las órdenes de alejamiento no han tenido ningún sentido, eso no le garantiza a la víctima que la persona no se va a acercar, y cuando se acerca no pasa nada”, opina el jurista.
Considera que las órdenes de protección sólo sirven como un agravante cuando la persona comete un hecho de sangre y no se suicida, pues en esos casos esas órdenes pueden servir para que le impongan 30 años de prisión al victimario.
Por otra parte el abogado Ángel Moneró considera que para que las órdenes de alejamiento sean cumplidas es cuestión de voluntad de las autoridades. Asegura que los recursos públicos no están focalizados en resolver ese tipo de problema de la población.
“A los problemas de violencia de género hay que darles seguimiento, y el estado actual no está capacitado. Hay recursos, pero se necesita una reestructuración de las políticas públicas para invertir recursos públicos en ese tema que tanto enluta a las familias dominicana. Que se canalicen en la dirección indicada”, dijo.
Posición feministas
Lourdes Contreras, coordinadora del Centro de Estudios de Género de la universidad Intec opina que “si no hay suficiente capacitación para entender ese problema de los feminicidios y la forma en cómo actúan los victimarios, los fiscales y policías seguirán viendo las denuncias como si se trata de hechos irrelevantes o problemas entre pareja y no actuarán como manda la ley”.
Llamó la atención de que el caso de Los Guaricanos a principio de año, que se incluye no solo a la mujer, sino a la madre de esta, “es la dolorosa indicación de que el concepto feminicidio no puede estar solamente restringido a pareja o expareja, sino que debe ampliarse a todas aquellas mujeres que son vecinas, madres hermanas o relacionadas y son ultimadas por un hombre”.
“El concepto feminicidio debe ampliarse para incluir mujeres víctimas de hombres que no son sus pareja”
“Hasta ahora, las ordenes de alejamiento no han tenido ningún sentido, eso no le garantiza nada a la víctima”
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