NUEVA YORK._ “Lo asesiné porque me faltó el respeto”, les dijo a los fiscales en anciano Juan Ramos de 66 años de edad y quien el 29 de septiembre de 2009, mató de varias puñaladas al dominicano Giovanni Rodríguez de 22, durante una pelea entre ambos en Brooklyn.
Ramos, quien relató que le advirtió a Rodríguez, que “lucha contra mí, soy un hombre y soy un ex marine”, refiriéndose a su paso en el ejército de Estados Unidos, había tenido 30 arrestos previos.
El crimen ocurrió en el vecindario Sunset Park del referido condado y Ramos alega que enfrentó a la víctima, porque Rodríguez le dijo “algo insultante” a él y su esposa.
Rodríguez le exigió que se fuera, “porque eres lo suficientemente mayor como para ser mi padre”, en una actitud que reflejó que el joven no quería problemas con el anciano.
Los detalles del motivo del acuchillamiento, surgieron este lunes, en la apertura del juicio por asesinato contra Ramos en la Corte Criminal de Brooklyn, y fueron expuestos al jurado por el fiscal adjunto Ernest Chin.
La burla continuó y Rodríguez, de 22 años, se acercó a Ramos, que era conocido por los vecinos como "88", y le dio un puñetazo al hombre mayor en la cara.
Ramos tenía un cuchillo, el que al parecer, Rodríguez no le vio, y él lo utilizó para apuñalar varias veces a la víctima, en la calle 57 y la Cuarta Avenida, según los fiscales.
Durante la refriega sangrienta, de otra persona intentó acabar con la pelea y también se cortó.
Ramos tiene la intención de demostrar a los miembros del jurado que se trató de un homicidio en defensa propia y no un asesinato intencional.
Menos de una hora más tarde, Rodríguez murió en el Centro Médico Luterano donde fue ingresado de emergencia, debido a la perforación de un vaso sanguíneo principal que se le abrió por desgarro en el pecho.
"Rodríguez murió por una herida infligida a mi cliente. Era una herida hecha por miedo, un asalto contra él. Mi cliente actuó en defensa propia", dijo el abogado Frank Paone que representa a Ramos en el juicio.
Pero la fiscalía dijo al jurado que Ramos se fue riendo y presumiendo lo que hizo.
"Él no ha mostrado ningún remordimiento por el asesinato. Dio la vuelta en la esquina, se jactó de haberlo matado y trató de ocultar el arma. Se reía 'he hecho lo sucio'", dijo el fiscal Chin.
Ramos presuntamente pidió a un vecino de 52 años de edad, para ocultar su suéter ensangrentado y el arma del crimen.
Si es declarado culpable, el anciano que tiene casi 30 detenciones y sirvió más de un año en una prisión estatal en la década de 1990 por un delito de drogas, se enfrenta a 25 años a cadena perpetua.
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