Este pasado sábado, Sarah Oropeza recibió un llamado de auxilio que le cambió su vida:Porscha Bland, una de sus empleadas en Famous Footwear,corrió donde ella, desesperada, porque vio a una menor sola encerrada en un vehículo en el exterior del negocio.
Las temperaturas en Merriam, Kansas City, a esa hora – aproximadamente 4:15 p.m.- alcanzaban los 100 grados.
“Las ventanas estaban totalmente cerradas, y todas las puertas estaban
aseguradas. La niña estaba cubierta de sudor. Cuando miré por la ventana trasera, estaba cubierta de sudor. Se había echado el pelo hacia atrás y el sudor estaba cayendo”, relató Oropeza a la televisora KCTV 5.
aseguradas. La niña estaba cubierta de sudor. Cuando miré por la ventana trasera, estaba cubierta de sudor. Se había echado el pelo hacia atrás y el sudor estaba cayendo”, relató Oropeza a la televisora KCTV 5.
De inmediato, la mujer trató de buscar una herramienta para romper el cristal y sacar a la menor de dos años. Primero buscaron en la camioneta de Bland.
Posteriormente, dos hombres se unieron a la misión golpeando, sin éxito, la ventanilla con una silla.
“Yo estaba gritando: ‘Hay un bebé en el auto','Hay un bebé en el auto'. ‘Por favor, alguien ayude'”, continuó Oropeza.
La administradora – madre de dos niños – no cejó en su empeño e intentó quebrar el cristal con una llave de tuerca y luego con un enganche de un camión.
Finalmente, pudieron sacar a la pequeña, y una enfermera que se encontraba en el área la atendió hasta que una ambulancia arribó.
La pareja a cargo de la niña que, supuestamente, eran tíos llegaron después a la tienda con la reacción que menos esperaba la mujer.
“Nada de emoción. La única pregunta que tuvieron para la Policía era si el seguro cubriría el cristal”, relató.
Los parientes enfrentan cargos de poner en riesgo el bienestar de un menor.
KCTV5
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