Los dos uniformados de la Guardia Civil española que este domingo prestaban servicio en la frontera terrestre con Marruecos, en el Tarajal, no podían creer lo que encontraron en una inspección de rutina.
Cuando registraron un automóvil, rescataron a dos migrantes de origen subsahariano. El escondite era extremadamente peligroso: estaban ocultos en el doble fondo de un auto muy cerca del motor. De haber permanecido ahí más tiempo, hubiesen muerto asfixiados.
Según detalló Europa Press, encontraron en el interior del hueco del motor “con evidentes síntomas de fatiga y falta de oxigenación” a un migrante. El segundo no estaba mucho mejor.
Inmediatamente activaron los dispositivos sanitarios de Cruz Roja, que se encargan de efectuar la primera revisión y asistencia a los indocumentados que acceden a la ciudad de forma irregular.
Los desesperados migrantes terminaron presos.
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