La persona que apuñaló y golpeó hasta la muerte a Sondra Better hace 20 años parecía haber desaparecido sin dejar rastro.
Better trabajaba a solas en el negocio de envíos Lu Shay’s Consignment en Delray Beach, Florida, el 24 de agosto de 1998, cuando un hombre entró y la mató.
Aunque un testigo vio al asesino y este dejó un rastro de su propia sangre y huellas dactilares, la policía no pudo atrapar al sospechoso… hasta que este solicitó un trabajo en diciembre pasado.
“Teníamos la evidencia física… pero la persona responsable de este caso atroz parecía haber desaparecido”, dijo el jefe de policía de Delray Beach, Javaro Sims, en una conferencia de prensa el miércoles.
La policía ingresó las huellas dactilares, que fueron obtenidas de una bola decorativa en la escena del crimen, a la base de datos del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares (AFIS, por sus siglas en inglés).
Dos décadas pasaron sin que se detectara coincidencia alguna. Las muestras de ADN de 36 hombres no obtuvieron resultados.
La policía finalmente dio un golpe cuando a Todd Barket, de 51 años, de Brandon, Florida, le fueron tomadas sus huellas dactilares en diciembre de 2018 como parte de una solicitud para un puesto de asistente de enfermería.
Sondra Better, aquí junto a su esposo, fue asesinada el 24 de agosto de 1998.
Barket vivía a unos 12 kilómetros (8 millas) del negocio de envíos en el momento del asesinato en 1998. Sus huellas dactilares y su sangre coincidieron con las muestras encontradas en la escena del crimen, mientras que su imagen se ajustaba a la descripción que proporcionó un testigo, dijeron las autoridades.
Barket fue arrestado en su casa el miércoles por la mañana y se encuentra en la cárcel del condado de Hillsborough sin derecho a fianza hasta que lo extraditen al condado de Palm Beach, según la policía. Barket enfrenta cargos de asesinato en primer grado.
CNN no pudo determinar el jueves si Barket ha contratado un abogado.
Better tenía 68 años cuando la mataron. Estaba a punto de retirarse de su trabajo en el negocio de envíos antes de dirigirse a Nueva York con su esposo para renovar sus votos.
“Ella fue asesinada violentamente por un asaltante desconocido”, dijo Sims. “La apuñalaron, la golpearon y nadie merece morir de esa manera”.
Se cierra el círculo para la familia y un detective
El detective jefe asignado al caso, Robert Stevens, se retiró en 2007. Pero dijo que el caso sin resolver, en el que trabajó durante 10 años, se quedó con él.
“Cualquiera que trabaje con homicidios … dará fe de que una vez que enfrente un caso donde haya una verdadera víctima inocente, es difícil dejarlo pasar”, dijo Stevens.
Después de la muerte de su esposa, el esposo de Better, Seymour, se ofreció como voluntario de la Policía de Delray Beach durante casi 15 años.
Aunque Seymour Better ya murió, otros miembros de la familia están “muy contentos” de que se haya resuelto el caso, dijo Stevens.
“Veinte años es mucho tiempo para desear y pedir justicia”, dijo Sims.
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