Tres inmigrantes haitianos indocumentados fueron apresados e igual número de dominicanos están siendo perseguidos por autoridades de Medio Ambiente, acusados de provocar los incendios forestales que afectaron al menos mil tareas de pino y otras especies en la Cordillera Central, entre Jánico y San José de las Matas, provincia Santiago.
El director regional de Medio Ambiente con sede en esta provincia, Eduardo Rodríguez, declaró que los indocumentados fueron entregados a la Dirección General de Migración para que proceda a su repatriación.
En cuanto a los dominicanos, informó que se encuentran prófugos y que son activamente perseguidos para apresarlos y someterlos a la justicia.
Rodríguez aseveró que los fuegos forestales están controlados y que Medio Ambiente trabaja para recuperar las zonas afectadas.
El funcionario manifestó que siete incendios forestales importantes ocurrieron en esa reserva y que también otros de menor importancia afectaron zonas boscosas.
Asimismo, explicó otros fuegos afectaron la Cordillera Septentrional, específicamente en la parte de Santiago.
Subrayó que los responsables de los fuegos tienen que recuperar con siembra de árboles la zona, además de las sanciones judiciales que les esperan.
Las comunidades más afectadas por los siniestros forestales fueron Damajagua, Juncalito, Hoyo de Bao, Corocito, Guazuma, Las Manaclas, Juncalito, Corozo y otras de Jánico y San José de las Matas de la provincia de Santiago.
Agricultores de la zona dijeron que los fuegos son provocados por desaprensivos, pero que también la fuerte y prolongada sequía tiene su incidencia.
No obstante, el ambientalista Pedro Bisonó, manifestó que hay personas que se dedican al “conuquismo” que también provocan incendios en zonas montañosas y que haitianos y dominicanos se dedican a esa práctica para vender la madera y quemar carbón.
En esa zona nacen importantes ríos como el Yaque del Norte, Bao, Jagua, Guanajuma, Mao, Amina, los Ramones y numerosos arroyos, cañadas y manantiales que suplen de agua a gran parte del Cibao Central e irrigan miles de tareas de diferentes cultivos en el Noroeste.
También esas fuentes hídricas alimentan la presa de Tavera-Bao y el contra embalse López-Angostura, por lo que ambientalistas estiman que debe protegerse
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