Estados Unidos ha repatriado durante los últimos 14 meses a 2,721 dominicanos que intentaron llegar por mar a la isla de Puerto Rico, un territorio estadounidense no incorporado, y fueron interceptados por la Guardia Costera en rudimentarias embarcaciones en aguas del mar Caribe.
Los detalles sobre estas operaciones de interceptación de embarcaciones y migrantes ilegales fueron suministrados por la embajada de la nación norteamericana, ante una solicitud de Listín Diario.
Desde el primero de octubre de 2019, que en Estados Unidos cuenta como inicio del año fiscal 2020, fueron interceptados más de 20 viajes ilegales en yolas hacia la vecina nación insular, de los que fueron repatriadas 621 personas, dijo Carolina Escalera, agregada de prensa.
Mientras tanto, en el calendario fiscal 2018, que cubre desde el 1 de octubre de 2017 al 30 de septiembre de 2018, fueron interceptados y repatriados al menos 820 que intentaron llegar a la isla borinqueña.
Para el período desde el 1 de octubre de 2018 al 30 de septiembre de 2019, el número aumentó a 2,100 personas repatriadas.
La sede diplomática de Estados Unidos indica que ante el incremento registrado en los viajes ilegales en yola desde República Dominicana hacia Puerto Rico, junto a la Guardia Costera de ese país y la Armada Dominicana, “han unido esfuerzos para ayudar a crear conciencia sobre los riesgos a los que se exponen quienes intentan llegar a territorio estadounidense por esta vía”.
Trabajo unificado
Como parte de estas iniciativas, representantes de la embajada y la Guardia Costera, en colaboración con los Centros Tecnológicos Comunitarios, visitaron la comunidad de Miches, en noviembre 2019, para conversar con jóvenes estudiantes y líderes comunitarios sobre las razones que motivan a las personas a efectuar estos viajes, además de los riesgos que asumen cuando se exponen a estas aventuras en el mar.
Durante ese evento en Miches, agrega, el representante de la Guardia Costera en el país compartió diversas historias con los jóvenes, incluyendo el caso de una yola que se averió en altamar, con dieciséis personas a bordo, quedando a la deriva durante seis días.
Esta embarcación fue encontrada cuando un barco pesquero puertorriqueño los vio y transmitió la información a la Guardia Costera de los Estados Unidos. Para ese momento, trece de los tripulantes estaban cerca de la muerte, por deshidratación, mientras otros tres que habían intentado nadar hasta la orilla nunca pudieron llegar y sus cuerpos no fueron recuperados.
La embajada de Estados Unidos aconseja que aquellos que optan por viajes ilegales disminuyen sus oportunidades de llegar y prosperar en los Estados Unidos de manera legal.
No asumir el riesgo
“Intentar llegar a territorio estadounidense de esta forma es un gran riesgo que no vale la pena asumir”, agrega. Y advierte de que la posibilidad de cruzar es “muy difícil”, debido al patrullaje constante de la Guardia Costera estadounidense y la Armada Dominicana, además de enfrentarse “a un clima impredecible y confiar su vida a organizadores clandestinos que utilizan embarcaciones poco confiables”
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