La Oficina de Personal de los Estados Unidos (OPM por sus siglas en inglés) anunció que aproximadamente 21 millones de números de seguro social fueron extraídos en un ataque cibernético que afectó la base de datos que utilizan para
la revisión de antecedentes.
Una investigación del ataque y de otra fuga de información, que afectaría a 4,2 millones de personas, concluyó que fueron intrusiones separadas, pero relacionadas.
Esta información se conoció un día después que el director del FBI, James Comey, dijera al comité de inteligencia del Senado que fue una "enorme fuga" y que "millones y millones" de expedientes fueron sustraidos, incluyendo el suyo.
Estos ataques cibernéticos han sido blanco de diversas audiencias en el Capitolioi desde que salieron a la luz e incluso líderes de opinión han pedido la renuncia de Katherine Archuleta, directora de la OPM.
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