Las esporádicas lluvias no mejoran el nivel del embalse Tavera-Bao y por el contrario siguió disminuyendo para situarse en 316.55, mientras llueven las quejas y protestas por agua potable.
La disminución en la presa ha obligado a reducir de 26 metros cúbicos por segundo para los canales de riego Ulises Francisco Espaillat y el Monsieur Bogaert a 20, es decir seis metros, media tomada debido a los problemas que ha ocasionado la sequía.
Josefina Almánzar, residente en la comunidad Llanos de Gurabo dijo llevan prácticamente un mes sin recibir agua potable, mientras cada día aumentan las facturas y los empleados de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) se niegan a tomar la denuncias.
“Tienen un negocio con los camiones de agua. En el sector donde vivo tenemos dos meses comprando camiones de agua por RD $3,000. Siguen cobrando facturas altísimas y no llega el agua”, apunta Almánzar, una activista de la marcha verde en esta ciudad.
Desde el día dos de julio a la fecha, Almánzar ha destinado ya la suma de 20,80.00 pesos por la compra de 12 camiones.
En Hoya del Caimito en la parte este del municipio tiene tres días sin agua, mientras en la urbanización Fernando Valerio en la avenida Hispanoamericana carecen del vital líquido desde el pasado lunes.
Los moradores del sector Ensanche Espaillat, protestaron con un piquete para denunciar las precariedades que enfrentan por falta de agua potable.
Dicen que llevan tres semanas sin recibir el líquido.
Algunos prefieren desconectarse de la Coraasan y comprar un camión por 1,500 pesos. Sin embargo, los más desposeídos, se conectan de forma irregular en medio de tuberías rotas para poder almacenar agua en recipientes.
La única respuesta que reciben de la Coraasan, es que la agudización del servicio, obedece a la disminución del embalse Tavera-Bao.
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