Cinco dominicanos que intentaban llegar a Estados Unidos en una lancha rápida desde Bahamas se encuentran desaparecidos desde comienzos del mes de noviembre, según denunciaron ayer familiares que intentan localizarles.
Los desaparecidos son los francomacorisanos Tinmarsan Lantigua de la Cruz, de 40 años; Héctor Roque Santos, de 38; José Antonio Regalado Mercedes
, de 46 y Mario Antonio Uceta. Un quinto hombre es identificado como Herando Padilla, oriundo del gran Santo Domingo.
La hermana de Tinmarsan, Arlene Lantigua, explica parte de la travesía que ha vivido el grupo de desaparecidos, que tenía previsto llegar a Miami el día 31 de octubre pasado: los hombres viajaron hacia Haití desde su pueblo, y desde allí partieron hacia Nasáu, la capital de Bahamas.
Esos primeros dos viajes, con documentación en regla aclara Arlene, se produjeron con éxito. De hecho, los familiares conservan fotografías del grupo en la capital de Bahamas, donde esperaban a ser recogidos para llegar a Estados Unidos.
La complicación, con la desaparición de los cinco dominicanos, vino con los preparativos a salir de Bahamas. En total los desaparecidos son 19 personas según cuentan familiares del grupo de los dominicanos, cinco dominicanos, dos cubanos, y el resto brasileños.
El gobierno de Brasil ha informado de la búsqueda de 19 ciudadanos de su país que intentaban llegar a los Estados Unidos de irregular, un dato que los familiares del grupo de dominicanos señalan como impreciso porque, asegura, en esa contabilidad de 19 están sus parientes.
La primera denuncia de la desaparición fue puesta el pasado 2 de diciembre y desde entonces Arlene Lantigua asegura mantener contacto con las autoridades dominicanas, en seguimiento a la búsqueda y ubicación de su familiar. Ella contó, en una visita por iniciativa propia a esta redacción, que viajó a Bahamas tras la pista de los cinco dominicanos, donde contrató a un abogado para que le gestionara la entrada a los centros de atención de migrantes y cárceles de ese país.
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BÚSQUEDA Y GESTIONES POR CANCILLERÍA
SIN REGISTROS: “Y no hay registro alguno de que hayan entrado a las cárceles o a los centros de migrantes”, señaló. Su estancia en Bahamas, un país ubicado a 297 kilómetros de la ciudad de Miami, fue de ocho días tras los pasos de su hermano.
Uno de los problemas que han encontrado en la búsqueda de sus parientes es que República Dominicana no tiene representación diplomática en ese país, y la persona que figura como cónsul honorario, Paul Magrina, no habla español.
Arlene dice que desde la Cancillería de la República se le envió un correo electrónico con la información de la desaparición el pasado 14 de diciembre, pero que desde entonces el cónsul honorario no ha respondido la consulta que le hicieran las autoridades dominicanas.
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