Santiago.-En el listado de prioridades anhelos dela Iglesia Católica para el próximo año están que el Estado garantice al pueblo la seguridad ciudadana que se ha ido perdiendo lentamente, quedando ya pocos espacios donde se puede vivir en paz y sin temor.
Además anhela ver desterrada para siempre la corrupción en todas sus manifestaciones, y que el delito no quede sin la sanción merecida, sin importar la posición política, social, económica y militar de quien infrinja la ley.
En el mensaje que envía el semanario Camino, órgano del Arzobispado de Santiago y promovido por la Conferencia del Episcopado Dominicano espera que el 2017 marque el arranque definitivo de un transporte público eficiente y organizado y que los líderes políticos piensen más en la patria y no en sus intereses personales.
Dice que con esa solución en el sector transporte, la nación tendría menos contaminación y se ahorraría divisas.
“Deseamos organizaciones de la sociedad civil cada día más sólidas y con mayor incidencia en las tomas de decisiones nacionales, y que su accionar no tome colores partidarios”, apunta Camino.
También favorece un poder municipal arraigado en las necesidades de sus comunidades y que no siga copiando los mismos vicios y deformaciones de otras instituciones estatales.
Entre las prioridades además está que la comunidad dominicana sea consciente cada vez más del cuidado de la naturaleza, “sabiendo que es nuestra casa común”.
En el listado de anhelos expresa que los jóvenes encuentren las oportunidades para crecer sanamente, garantizándoles estudio y trabajo.
“Tenemos un pueblo hermoso, de gente buena y trabajadora. Que nadie nos secuestre un futuro lleno de realizaciones. Que luchemos por el bien común. Que los avances que hemos alcanzado en el plano económico lleguen a todos”, puntualiza.
Espera que enero abran las puertas a los restantes once meses que formarán el 2017 con los planes y metas a nivel personal y colectivo brotan como el agua de manantial en una montaña virgen.
A los medios de comunicación el semanario católico desea que sean compañeros de ruta para promover una cultura de paz y encuentro.
“Deseamos ver y escuchar espacios en donde no se continúe rindiendo culto a la vulgaridad y chabacanería, llenando a nuestros niños y jóvenes de una vida vacía”, indica Camino.
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