Cuando los dientes están mal posicionados o se desea corregir la mordedura deficiente, lo recomendable por los odontólogos es la colocación de brackets, aparatos que más allá de brindar una bonita sonrisa a los pacientes, fomentan la buena salud oral e incrementan la calidad de vida.
Sin embargo, es preciso preguntarse si quienes llevan un tratamiento de ortodoncia son conscientes de que la higiene es fundamental en esta etapa y hay que dedicar el tiempo necesario a su cuidado.
Según el odontólogo, Félix Manuel Quéliz, para prevenir riesgos en el procedimiento hay cepillos interdentales, hilos dentales y enjuagues bucales que colaboran con la higienización y evitan la proliferación de bacterias u organismos no deseados en la boca.
“Una vez colocados los brackets la higiene del paciente depende de él mismo”, destaca el especialista, citando las consecuencias de la falta de limpieza en el proceso de brackets, como la inflamación de encías, que afecta directamente el sistema circulatorio pues causa sangrado y provoca que bacterias circulen libremente.
Los brackets pueden ser un método de ayuda que mejora incluso el habla y la pronunciación, pero se convierte en un dolor de cabeza cuando quienes los tienen no son dedicados con su tratamiento y también de descuidan consumiendo alimentos que aumentan las infecciones bucales.
En este proceso un buen cepillado es primordial, según Quéliz.
“Hay que tratar siempre de mantener las encías bien sanas y los dientes limpios para evitar mayores daños”, indica.
¿CÓMO SABER SI LOS NECESITAS?
Félix Manuel Quéliz comenta que los casos más frecuentes son los apiñamientos dentarios (dientes amontonados debido a una falta de espacio en el hueso en que se insertan) y los espacios interdentales. El procedimiento debe iniciarse temprano y se detecta con radiografías, modelos de estudios y varios análisis con los que cuentan los odontólogos hoy día gracias a la tecnología.
“Podemos prevenir muchos daños futuros, pero las personas deben entregarse bien a fondo porque el tiempo de higiene se multiplica”, recalcó Quéliz.
BRACKETS EN LOS NIÑOS
La odontóloga especialista en tratamientos pediátricos, MINOLIA MENA CRUZ, habló con LISTÍN DIARIO sobre la importancia del cuidado del aparato dental en los infantes.
“Se pueden colocar los brackets cuando el niño tenga todas las piezas dentales permanentes, entre los 10 y 12 años. Es mejor iniciar la ortodoncia a esa edad porque el hueso de los niños no está calcificado, no es tan compacto y la movilidad de los dientes es más fácil, permitiendo que se corrijan con mayor velocidad”, subraya.
Mena Cruz coincide con Quéliz en que la higiene es primordial en el tratamiento de ortodoncia y pese a que considera a la niñez como la etapa correcta para usar brackets, los padres son quienes deben de estar al pendiente de sus hijos, sobre todo evitando que consuman alimentos duros y pegajosos que causen traumas y roturas de los brackets, pero también el cepillado con una pasta dental con flúor frecuentemente y el uso del hilo dental es importante.
Para ella, en el proceso de brackets, la limpieza evitará la aparición de caries, ya que debido a estos aparatos se acumulan restos de comida que conllevan a la aparición de caries, además de pequeñas llagas en las mejillas, el paladar, el piso de la boca y la lengua.
CONSEJOS PARA SU CUIDADO
La doctora española Patricia Bratos da algunas sugerencias para quienes quieren colocarse brackets y no desean arrepentirse de su decisión:
SÉ EXHAUSTIVO CON TU HIGIENE: un buen cepillado es importante en la ortodoncia.
VIGILA TU ALIMENTACIÓN: hay que evitar consumir alimentos difíciles de masticar.
RESPETA LAS REVISIONES PAUTADAS: en los tratamientos de brackets las revisiones se pautan cada cuatro o seis semanas.
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