En todo el mundo se celebra la llegada del Año Nuevo. La gran mayoría se reúne en familia para darle la bienvenida mientras que otros prefieren estar en una discoteca rodeados de amigos, música y un ambiente de fiesta. Pero también están los que disfrutan de pasear por las calles y observar los fuegos artificiales. Para los gustos los colores.
Lo ciertos es que cuando suenan las 12 campanadas en el reloj, llega la algarabía a las calles y a los hogares en todo el mundo; una inexplicable mezcla de tristeza, nostalgia, esperanza y alegría por un año que viene y otro que se va.
Estas son algunas de las tradiciones con las que se despide el año alrededor del mundo.
La tradición en República Dominicana es pasear una maleta por todo el barrio para que lleguen los viajes al extranjero. Las 12 uvas no se pueden quedar. Con cada una se pide un deseo. Usar una prenda amarilla es para la buena suerte, y la roja para encender la pasión.
En Estados Unidos las parejas tienen por costumbre besarse y lo hacen hasta los que no son pareja. Desde el 1907, la mayoría de las personas disfrutan de la víspera de año nuevo con su familiares y amigos en la ciudad de Nueva York, específicamente en Times Square. Más de 1 millón de visitantes locales y extranjeros asisten a esta celebración cada año.
En España se festeja tomando las 12 uvas de la suerte, mientras que por la televisión están retransmitiendo las campanadas. En la Puerta del Sol de Madrid miles de personas se congregan ante su reloj para celebrar la llegada del Año Nuevo, transformando el lugar en una gran fiesta colectiva.
Los italianos despiden el año comiendo lentejas, uno de sus platos típicos. Además, se encargan de tirar a la basura los muebles y enseres viejos, pues es una forma de que entren las cosas nuevas y que nunca falte el moro.
En Francia el punto de encuentro es la Torre Eiffel o los Campos Elíseos. Allí una gran multitud observa el encendiendo de los fuegos artificiales, mientras que otros hacen mucho ruido con trompetas, pitos, etc...
Al parecer a los daneses no les duele romper los platos; por el contrario, les desestresa. La noche del 31 de diciembre en Dinamarca es muy liberadora y lo demuestran tirando toda la vajilla que fue utilizada en la cena. Otra tradición curiosa es saltar desde lo alto de una silla justo a las 12 en punto.
En Brasil, uno de los rituales más básicos es la vestimenta, el atuendo que llevan para esa noche es de color blanco, color de buena suerte. La playa de Copacabana, en Río de Janeiro, se convierte todos los 31 de diciembre en un océano de millones de brasileños y turistas vestidos de blanco. Algunos agregan al atuendo accesorios o detalles de otros colores con el fin de atraer lo que desean, por ejemplo, el rojo (el color del amor), el amarillo o dorado (bonanza), verde (salud y fortaleza) y así muchos más. A media noche es cuando empieza el espectáculo de fuegos artificiales que puede durar hasta unos 30 minutos continuos y que son lanzados desde los barcos anclados en toda la playa.
Si volvemos y echamos una mirada al continente americano encontramos que en la mayoría de países celebran la entrada del nuevo año con abundantes cenas de platos tradicionales y posteriormente encienden pirotecnia, hogueras y celebran verbenas callejeras...
Así como en muchos países (entre ellos México, República Dominicana, Italia...) es costumbre ponerse ropa interior de color amarillo, o simplemente usarlas al revés. Y muchos son los que, coincidiendo con la última campanada, pasan por debajo de la mesa a cuatro patas
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