Santiago. A pesar de que la actual gestión municipal ha puesto énfasis en mejorar la movilidad urbana, con señalización, bacheo de calles, y semáforos, la ciudad sigue en caos. Y es que la mayoría de los conductores no cumplen con su responsabilidad, no respetan semáforos, se paran paralelos, sobre las líneas, bloquean calles,
no ponen direccionales, hacen rebases temerarios y muchas otras infracciones con las que contribuyen a hacer caótico el tránsito por las vías de la ciudad. Muchos se desplazan como si se tratara de una competencia delque cometa mayor número de imprudencias. Esto lo hacen tanto conductores privasos como del transporte público que abordan y dejan pasajeros en las mismas intersecciones y debajo de los semáforos, con lo que bloquen el paso de los demás y contribuyen con los entaponamientos.
Pero también es posible ver vehículos sobre las aceras, el doble parqueo frente a colegios y escuelas. Esto también lo hacen los autobuses y guaguas escolares. Pero las infracciones se multiplican cuando se trata de los motoconchistas, a los que les da igual rebasar por la por la derecha o la izquierda, o que los semáforos estén en verde o rojo. Para la mayoría, la prudencia no forma parte de su compromiso a la hora de salir a las calles.
Tránsito caótico
Es por esto que aunque algunos valoran la iniciativa del INTRANT para educar a los niños de cuarto a 12 años en materia de tránsito, consideran que con el ejemplo de los padres o de quienes los transportan hacia la escuela o cualquier otro lugar, no es mucho lo que van a aprender. Aunque se reconoce un considerable aumento del flujo vehicular, también se admite la falta de controles para que los conductores cumplan con las leyes de tránsito.
Es por esto que aunque algunos valoran la iniciativa del INTRANT para educar a los niños de cuarto a 12 años en materia de tránsito, consideran que con el ejemplo de los padres o de quienes los transportan hacia la escuela o cualquier otro lugar, no es mucho lo que van a aprender. Aunque se reconoce un considerable aumento del flujo vehicular, también se admite la falta de controles para que los conductores cumplan con las leyes de tránsito.
Cuando las vías se bloquean, como consecuencia del irrespeto a los semáforos, algunos conductores buscan calles alternas y entonces es cuando inexplicablemente se forman tapones en barrios y urbanizaciones por donde no hay rutas del transporte público. “Los sindicatos de choferes deben servir por lo menos para orientar a sus miembros de que no deben bloquear intersecciones y así aportan algo”, comento el comunicador Grey Núñez en su cuenta de Facebook y lo acompaña con una foto en la que se ve la vía bloqueada por un conductor. Otros, como Rafael Martínez entienden que no hay que ser muy confiado cunado el semáforo está verde, “es que cuando le llega el rojo hacia el otro lado, ellos como quiera siguen pasando y aunque uno está en su derecho, debe de respetar al que lo hace mal”.
Cada quien entiende las leyes a su manera
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), hace con frecuencia anuncios de reforzamiento de la viabilizarían, sin embargo es difícil encontrar un agente los puntos conflictivo de la ciudad. Su presencia solo se observa en los lugares que escogen para poner multas, no donde deben garantizar el orden y la fluidez vehícular. En Santiago hay decenas de puntos de conflictos desantedidos.
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), hace con frecuencia anuncios de reforzamiento de la viabilizarían, sin embargo es difícil encontrar un agente los puntos conflictivo de la ciudad. Su presencia solo se observa en los lugares que escogen para poner multas, no donde deben garantizar el orden y la fluidez vehícular. En Santiago hay decenas de puntos de conflictos desantedidos.
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